El increíble cambio que han dado los ojos de Amanda Lemus Ortiz en los últimos días es el reflejo de cuánto se aferra a la vida. Ya han perdido el color amarillento que tenían antes de ser trasplantada. La luz ha vuelto a ellos.
Como ha destacado la activista Yamilka Laffita, que se ha convertido en la madrina de Amanda, se ha ido iluminando la mirada de la niña cubana de apenas dos años, que se recupera de un trasplante de hígado y de varias intervenciones quirúrgicas posteriores en el madrileño hospital de La Paz, en España.
“Todo sigue en progreso y marchando para nuestra beba”, ha asegurado este jueves Laffita, quien es conocida en redes sociales como Lara Crofs y la encargada de informar sobre Amanda, a quien no le faltan los mimos de su madre, Mila Ortiz.
Aunque la recuperación de Amanda durará un tiempo indefinido, ha subido su hemoglobina, han bajado la bilis y la inflamación de sus órganos, y está orinando y defecando con normalidad.
El cuerpecito de Amanda da cada día más señales de mejoría porque su salud se estabiliza, así como la de su padre, Emmanuel Lemus, que fue el donante del trasplante para la niña.
Al mismo tiempo, como el hospital español cubre los gastos de la pequeña, que llegó allí gracias a una visa humanitaria, pero no asume la manutención de los padres, los más allegados a la familia han reactivado una campaña de recaudación de fondos.
La luz regresa a los ojos de Amanda, en cuya recuperación está puesta la fe de un país entero, la de miles de cubanos dentro y fuera de la isla, que acompañan a la pequeña de mil y una maneras.
Si bien era algo que se había pedido durante meses, la visa para Amanda se obtuvo después de que, a inicios de este año, la desesperación de su madre movilizara a la comunidad cubana.
Antes de viajar a España acompañada por sus padres, Amanda había estado luchando por su vida largo rato en Cuba, donde no pudo recibir el tratamiento que necesitaba.
