Mal, muy mal van las cosas en Cuba con su turismo cuando el Hotel Nacional de Cuba, esa joya donde se ha hospedado la crema y nata de la socialité que ha viajado a la isla, se está comercializando por noche a 4680 pesos la noche, en habitación doble, en régimen que «casi» es un todo incluido.
Sí, solo falta que incluyan las bebidas, el almuerzo y… ¡voilá!
Alojamiento solo más desayuno, conocido como Continental Plan, por solo ¡37 dólares!
Este último, que en la mayoría de los casos es el plan al que se acogen la mayoría de los turistas que viajan por el mundo entero, está a 3790 pesos (habitación doble, dos personas).
Bueno, y hay otras gratuitidades también.
Una matemática sencilla nos dice que, tanto si Ud. viaja a La Habana – afortunado – como si reside en La Habana o en cualquier ciudad del país, puede alojarse en el hotel insigne de Cuba por un precio muy bajo, indigno de la prestancia, historia y cultura que arrastra a sus espaldas el Hotel Nacional.
Allí, donde se hospedaran mafiosos y presidentes, donde se gestaran hechos muy puntuales e importantes de la Historia de Cuba, están las cosas «tan flojas» que han lanzado esta oferta especial. Entre todos los mafiosos este, sobre todo, está vinculado a su historia: Meyer Lansky.
La isla se apoya, luego de casi 15 años de marginación, a su turismo nacional para salir a flote.
Ya no vienen a Cuba ni los rusos. Los canadienses continúan con sus más que estrictas medidas de seguridad, y de los cubanos-americanos en vuelos regulares, o cruceristas pura raza, no se ve ni la sombra.
Que el Hotel Nacional de Cuba se haya rebajado a precio de Hotel Victoria en los 90´, nos dice por las claras que el turismo en Cuba está patas arriba. Boqueando, como pez en pecera.
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