El desenlace positivo de este caso trajo alivio no solo a la familia del niño cubano reportado como desaparecido, sino también a la comunidad que se unió en su búsqueda.
A diferencia de otros países que cuentan con sistemas de alerta, como la Alerta Amber en Estados Unidos, en Cuba no existen herramientas similares para coordinar la búsqueda inmediata de personas desaparecidas.
Queda claro que la ausencia de sistemas eficientes para la gestión de este tipo de emergencias sigue siendo una asignatura pendiente en el país.
Tras 24 horas de incertidumbre y angustia, tal vez unas horas más, el niño cubano «Reider», de 10 años, quien había sido reportado como desaparecido, fue encontrado en buen estado físico.
Su desaparición había sido reportada el 4 de septiembre por su madre, Yubaisi Compota, quien solicitó ayuda a través de redes sociales para dar con el paradero de su hijo. Según informó la madre, el menor se había escapado de una escuela especial ubicada en El Trébol, en el municipio Habana del Este.
El pequeño, quien se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, había huido de la escuela, aparentemente debido a la falta de medicamentos esenciales para su tratamiento, como Carbamazepina y Risperidona. La madre había explicado que la falta de acceso a estos fármacos en el sistema de salud público podría haber sido la causa de que el niño se escapara, lo que generó una búsqueda frenética del desaparecido por parte de familiares y vecinos.
Durante las horas en que el niño Reider estuvo desaparecido, su madre mantuvo a la comunidad informada mediante publicaciones en Facebook, donde pedía a quien tuviera información que se la comunicara de inmediato.
La última vez que había sido visto, Reider estaba acompañado por otro menor, lo que generó mayor preocupación en su familia. «Solo le pido a Dios que esté sano y salvo», había escrito su madre en un desesperado mensaje.
Finalmente, Reider fue localizado sano y salvo gracias a los esfuerzos conjuntos de familiares, vecinos y personas de la comunidad que se unieron a la búsqueda tras conocer el caso en redes sociales. Yubaisi Compota compartió un mensaje de alivio y gratitud:
“Ya apareció. Gracias a Dios y a todas esas personas que me estuvieron informando”, expresó la madre en una publicación hecha en Facebook.
Este caso pone de manifiesto las carencias en los mecanismos institucionales para atender situaciones de desapariciones en Cuba, especialmente en casos de menores de edad o personas con condiciones médicas que requieren atención especial. A diferencia de otros países que cuentan con sistemas de alerta, como la Alerta Amber en Estados Unidos, en Cuba no existen herramientas similares para coordinar la búsqueda inmediata de personas desaparecidas.
La falta de respuestas rápidas por parte de las autoridades ha obligado a los ciudadanos a utilizar las redes sociales como su principal recurso para visibilizar este tipo de casos. A través de publicaciones, fotos y mensajes compartidos masivamente, la población cubana intenta suplir las deficiencias institucionales, movilizando a la comunidad en la búsqueda de personas desaparecidas.
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El desenlace positivo de este caso trajo alivio no solo a la familia de Reider, sino también a la comunidad que se unió en su búsqueda. Sin embargo, queda claro que la ausencia de sistemas eficientes para la gestión de este tipo de emergencias sigue siendo una asignatura pendiente en el país.
A pesar de las miles de frases de aliento y apoyo, Yubaisi recibió mensajes negativos, como este que ella expuso en su perfil de Facebook donde otra mujer, presuntamente cubana, que se identifica en esa red social como Taymi Montes, fue al privado y ocupó su tiempo, más que precioso en esos instantes de búsqueda, llamándola «Mala Madre».
