A veces se abusa del término «histórico» como con lo de»el partido del siglo» o la «pelea del año» pero al suceso de este domingo en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana le viene como anillo al dedo lo de un «juego legendario» por diversas aristas especialmente porque Cuba no le ganaba a Estados Unidos en el baloncesto varonil en un partido oficial hacía !52 años!
La última victoria cubana (73-69) contra los inventores del deporte de las canastas había ocurrido en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, donde los caribeños se quedaron con la medalla de bronce, por cierto desde entonces no han subido más al podio y ese metal ha sido el único que han conseguido en la historia de los juegos continentales.
No fue casualidad tampoco porque aquella generación de los Pedro Chappé, Ruperto Herrera, Alejandro Urgellés y compañía, ganarían un año después la histórica medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Munich-72.
Lo del 25 de febrero de 2024 fue otra cosa, es verdad, un grupo eliminatorio para una llamada Americup 2025 con sede en Nicaragua el año próximo- sorpresivo ver a Managua de escenario con tanta crítica a la dictadura de Daniel Ortega constantemente- pero Estados Unidos es el número uno del ranking mundial y Cuba va en el 70, y cualquier selección nacional que presenten los del Tío Sam debiera estar entre las favoritas en cualquier torneo.
Cuba le ganó 81-67 a USA este domingo con el aliento de su jugador número seis en las tribunas despues que tres días antes estuvo a punto de ser descalificada cuando se presentó en el tabloncillo de Orlando, Florida, con sólo siete jugadores entre burocratismo, problemas de visados y deserciones, y cayó, como se esperaba, pero con las botas puestas (100-79). Por lo visto en el centro de La Florida, la afición cubana estaba segura que su equipo jugaría mejor en La Habana, cuando reingresaran jugadores que no pudieron hacer el viaje lo que compensaría además el presunto desgaste de los estelares que alinearon dias atrás.
La realidad fue más allá de las expectativas y los «legionarios» cubanos, favorecidos con la obligada política de contratación que ha debido aplicar el gobierno cubano para atenuar las fugas, esta vez no defraudaron: dos de la Liga argentina, Pedro Bombino (anotó 19 puntos y capturó 5 rebotes) y Marcos Chacón (11+4); uno desde España, el alero del UCAM Murcia Howard Sant-Roos, que acabó con 6 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias y Jasiel Rivero, pívot que en la actualidad juega en el Maccabi Tel Aviv ( sí, de Israel) que hizo 11 puntos y 9 rebotes, protagonizaron la historia.
Que entre los norteamericanos no hay ninguno de los 41 preseleccionados para los Juegos Olímpicos de París, banda que encabezan Lebron James, Stephen Cury, Antonio Davis, Kevin Dirant, no es justificante. Era un partido oficial, y en los anales es una derrota que se apunta el Team USA con jugadores de la G League, muchos con experiencia NBA y algunos con nombre: Jordan Bell, Michael Carter-Williams, Elfrid Payton, Stanley Johnson, Justin Wright y Will Davis.
Será complicado avanzar en la clasificación cuando se sabe que por delante en esta llave se encuentran Bahamas y Puerto Rico, pero mientras tanto el baloncesto ha dado una satisfacción a la afición cubana, con tanta escasez de buenos resultados en deportes populares y de espectáculo, al punto que hoy la amenaza de que Cuba esté ausente en los torneos por equipos de los Juegos Olímpicos por segunda vez seguida, está presente. Solo queda la esperanza del voleibol varonil.
