Debate Trump – Harris no interesa a los cubanos, a juzgar por lo que se ve en las redes sociales.
«Pan y circo». El Taiger, Bebeshito, La Diosa, Chocolate MC, Dany Ome, Keivincito el 13,… de eso es de lo que hablan en las redes. Mientras tanto, hasta los más altos dirigentes cubanos se le cuelan a Inmigración y vienen a vivir a los EE.UU.
El futuro de los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, está en manos de una elección presidencial en EE.UU. a la que muchos parecen no prestar suficiente atención. Mientras los jóvenes cubanos en redes sociales se centran en farándula y temas ligeros, las políticas que se decidan en noviembre podrían marcar cambios fundamentales para Cuba.
Desde Obama, la relación de EE.UU. con Cuba ha sido un vaivén. Obama abrió las puertas a una nueva era de cooperación, relajando las restricciones y fomentando intercambios económicos y culturales, con el objetivo de aliviar la situación de los cubanos. Sin embargo, Trump revirtió gran parte de estas políticas, endureciendo nuevamente el embargo y restringiendo las visitas y remesas, algo que afectó profundamente a las familias cubanas y a la incipiente clase emprendedora en la isla.
Biden, por su parte, ha tratado de mantener un equilibrio, retomando algunas medidas pro-Cuba pero sin llegar al nivel de apertura de Obama. Su administración ha priorizado temas de derechos humanos, pero las tensiones entre ambos países se mantienen, especialmente por la cuestión de los presos políticos y las sanciones.
Si Kamala Harris llegara a la presidencia, se espera que siga una línea más cercana a la de Obama, basada en la diplomacia y el apoyo a la sociedad civil cubana, aunque sin eliminar completamente el embargo debido a las restricciones legales. Mientras tanto, Trump propone un regreso a políticas aún más duras, lo que significaría mayores restricciones para Cuba.
A pesar de la importancia de este tema, la comunidad cibernética cubana más joven parece estar más preocupada por temas de entretenimiento que por las consecuencias de estas políticas, que sin duda afectarán su futuro económico y político.
El Taiger, Bebeshito, La Diosa, Chocolate MC, Dany Ome, Keivincito el 13,… de eso es de lo que hablan en las redes. Mientras tanto, hasta los más altos dirigentes cubanos se le cuelan a Inmigración y vienen a vivir a los EE.UU.
Pero… ¿qué sucedió en el debate de anoche?
El debate entre Donald Trump y Kamala Harris
El reciente debate entre Donald Trump y Kamala Harris en Filadelfia ha sido uno de los enfrentamientos más comentados en la campaña presidencial de 2024. Ambos candidatos expusieron sus posturas con intensidad, dejando en claro los contrastes que definen sus políticas y visiones para Estados Unidos.
Uno de los temas centrales del debate fue el aborto, un tema particularmente importante después de la revocación de Roe vs. Wade en 2022. Harris criticó fuertemente a Trump por haber nombrado a los jueces de la Corte Suprema que tomaron la decisión de eliminar el derecho federal al aborto.
Durante su intervención, Harris pintó una imagen sombría de las dificultades que enfrentan las mujeres en estados donde ahora el acceso al aborto es extremadamente limitado. En un momento emotivo, Harris describió cómo algunas mujeres han tenido que viajar a otros estados para acceder a atención médica esencial, destacando las decisiones difíciles que muchas de ellas enfrentan.
Trump, por su parte, defendió su rol en el fallo de la Corte Suprema, afirmando que solo devolvió la decisión a los estados, lo que, según él, muchos estadounidenses deseaban. Sin embargo, su retórica se mantuvo controvertida al repetir la afirmación falsa de que los demócratas apoyan los abortos hasta el momento del nacimiento, a pesar de haber sido corregido por la moderadora del debate.
Otro punto de fricción importante fue la economía. Harris argumentó que la administración Trump dejó una economía frágil debido a su mal manejo de la pandemia de COVID-19, que resultó en una recesión.
En contraste, Trump se enfocó en lo que describió como los logros económicos de su administración, señalando que había creado una de las economías más fuertes en la historia de EE.UU.
Sin embargo, este tipo de declaraciones no estuvieron exentas de críticas, ya que algunos expertos han cuestionado la precisión de sus afirmaciones, especialmente al considerar la alta inflación actual y las dificultades económicas que enfrentan muchas familias estadounidenses bajo la administración Biden-Harris.
Además de los temas económicos y sociales, la cuestión de la democracia también jugó un papel clave. Harris atacó a Trump por su rol en los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, acusándolo de ser una amenaza para la democracia estadounidense.
Trump, en cambio, se defendió al reiterar sus alegaciones infundadas de fraude electoral en 2020 y culpó a los demócratas por las múltiples investigaciones en su contra. En un momento tenso del debate, Trump aseguró que las críticas en su contra lo habían puesto en peligro físico, haciendo referencia al intento de asesinato que sufrió en julio de 2024.
Otro de los momentos más discutidos del debate fue cuando Trump, nuevamente, cuestionó la identidad racial de Harris, haciendo eco de sus comentarios anteriores sobre su raza.
Harris respondió de manera firme y directa, recordando los escándalos raciales que han perseguido a Trump a lo largo de su carrera, desde su negativa inicial a aceptar que Barack Obama nació en Estados Unidos hasta sus declaraciones sobre el caso de los Cinco de Central Park en los años 80. Harris dejó claro que los estadounidenses «quieren algo mejor» que las políticas divisivas de Trump.
En términos de estrategia, Harris se enfocó en atraer a votantes indecisos y de centro, destacando temas como el control de armas y el derecho al aborto. En un esfuerzo por suavizar su imagen en ciertos temas, también mencionó ser propietaria de armas, buscando así ganarse a votantes moderados. Por otro lado, Trump mantuvo una postura más enfocada en su base electoral, defendiendo posiciones conservadoras y lanzando ataques directos contra Harris y la administración Biden-Harris.
El debate dejó claras las profundas diferencias entre ambos candidatos, no solo en temas de política, sino también en su visión para el futuro de EE.UU. Si bien Harris se posicionó como una figura más centrada y pragmática en comparación con Biden, Trump apostó por una narrativa combativa y polémica, fiel a su estilo habitual.
Ambos se preparan para lo que promete ser una contienda electoral sumamente reñida en los próximos meses.
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