El pasado 17 de marzo de 2025, la reconocida cadena de moda rápida Forever 21 se declaró en bancarrota por segunda vez en seis años, anunciando el cierre de todas sus tiendas en Estados Unidos. Este acontecimiento marca el fin de una era para una marca que, durante décadas, fue un referente en el sector de la moda asequible, revelaron diversos diarios.
Las causas de la quiebra son muchas, y la empresa atribuye su situación financiera a varios factores.
Brad Sell, director financiero de Forever 21, señaló que la compañía no pudo encontrar un camino sostenible debido a la competencia de empresas extranjeras de moda rápida, que han aprovechado la exención de minimis para rebajar los precios y el margen de beneficio de la marca. Esta exención permite a minoristas extranjeros, como Shein y Temu, importar productos de bajo costo sin pagar impuestos, lo que les otorga una ventaja competitiva significativa en términos de precios.
Además, la empresa enfrentó desafíos económicos que afectaron a sus clientes y tuvo dificultades para adaptarse a las tendencias cambiantes de los consumidores. La creciente preferencia por las compras en línea y la rápida adaptación de competidores al entorno digital dejaron a Forever 21 rezagada en un mercado en constante evolución, señala Forbes.
Jamie Salter, CEO de Authentic Brands Group (ABG), empresa matriz de Forever 21, reconoció que la adquisición de la marca fue «probablemente el mayor error que he cometido». Salter admitió que no anticipó la rápida ascensión de competidores como Shein y Temu, que han revolucionado el mercado de la moda rápida con modelos de negocio altamente eficientes y centrados en el comercio electrónico.
El cierre de las 350 tiendas de Forever 21 en Estados Unidos afectará a miles de empleados y dejará vacantes numerosos espacios en centros comerciales de todo el país. La empresa ya ha iniciado ventas de liquidación en sus tiendas físicas, mientras que su sitio web continuará operando durante este proceso.
A nivel internacional, las operaciones de Forever 21 continuarán, ya que las tiendas fuera de Estados Unidos son gestionadas por licenciatarios y no están incluidas en el proceso de bancarrota. Sin embargo, la marca enfrenta el desafío de redefinir su estrategia para competir en un mercado global dominado por actores digitales.
La experiencia de Forever 21 sirve como una lección para otras marcas tradicionales que buscan sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo: la innovación y la adaptación a las nuevas tendencias de consumo no son opcionales, sino esenciales para la supervivencia.
Toys R’ Us, Macy´s, son muchas las marcas que enfrentan «la competencia» del negocio digital y que se han visto obligadas a cerrar todas o algunas de sus tiendas y – en el caso de Toys R´Us – declararse en bancarrota; y a esto se suma el negocio de la moda «low cost», a menudo proveniente de países donde, la mano de obra cobra hasta un ridículo dólar al día por toda una jornada de 8, 10, 12, 14 y 16 hrs de trabajo.
Así, parafraseando la series española, no hay quien sobreviva.
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