Reza un viejo cuento del humorista cubano Álvarez Guedes que un cubano que se subió a una guagua en Miami estaba a punto de sentarse en un asiento al lado de una anciana que tenía sus cosas de tejer justo en el asiento donde el cubano pretendía sentarse; entre las cosas, había un par de agujas, lo que le hizo a la anciana exclamar: «Señor! Cuidado con los huevos!», mientras el hombre, entre asustado y confuso reclamaba que ahí en el asiento no había huevos algunos.
Lo cierto es que ni en ese asiento, ni en algunos lugares de Miami, hay huevos, pues la crisis ha vaciado los estantes de supermercados como Publix, Aldi y Winn-Dixie. Cuando los hay, los precios desafían la lógica y afectan tanto a los consumidores como a los restaurantes.
Si el Waffle House, famoso por desafiar huracanes, está cobrando un recargo de 50 centavos por huevo, la situación es seria, señala el Miami Herald. La gripe aviar altamente patógena ha devastado las granjas, con más de 20 millones de aves sacrificadas en todo el país, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. La escasez ha llevado a que supermercados como Publix exhiban carteles advirtiendo a los clientes sobre la limitada disponibilidad del producto.
Un recorrido por Miami revela la magnitud del problema. En el Publix de Palms Town & Country, un cartón de huevos grandes de grado A cuesta $5.49, mientras que los extra grandes han alcanzado los $8.12. En Aldi, la situación es aún más dramática: el refrigerador de huevos lucía casi vacío, con un solitario cartón roto dejando escapar su contenido sobre la bandeja.
Por su parte, Winn-Dixie en Coral Way tiene precios que pueden hacer que cualquiera reconsidere su dieta: una docena de huevos jumbo cuesta $8.79, mientras que un paquete de 2.5 docenas se vende por la módica suma de $17.89.
Los compradores han tenido que adaptarse a esta nueva realidad. Jorge Torres, cliente de Fresco y Más en Kendall, lo resume con pragmatismo:
«Las gallinas se enfermaron, muchas murieron y ahora no hay huevos. Los que hay están carísimos. Así que compro menos y los estiro lo más que puedo.»
La crisis de los huevos no es un problema aislado. Torres señala que otros productos básicos también han subido de precio, como el queso y otros lácteos. Con la inflación golpeando, muchos han optado por reducir la frecuencia de sus compras o probar suerte en distintas cadenas para encontrar mejores precios.
El problema no es exclusivo de Florida. Según el USDA, los precios de los huevos aumentaron un 8.4% en diciembre de 2024 y se prevé que subirán más del 20% a lo largo de 2025. Estados como California y Washington enfrentan precios aún más altos debido a regulaciones que exigen que los huevos provengan de gallinas en sistemas de cría libres de jaulas.
La situación tiene implicaciones más allá del bolsillo. Phil Lempert, analista del sector, advierte que esta crisis puede convertirse en un problema de salud pública:
«Más de 42 millones de estadounidenses dependen del programa SNAP para comprar alimentos. Para muchos, los huevos son su principal fuente de proteína. Ahora, simplemente, no pueden pagarlos.»
Además, la gripe aviar ha comenzado a generar preocupación en el ámbito sanitario. En enero de 2025, Estados Unidos registró su primera muerte humana por gripe aviar en Luisiana, y ya se han contabilizado 66 casos en el país desde el año pasado. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud ha reportado más de 950 casos, con una tasa de mortalidad alarmante de 50%.
Sin señales de mejora
Mientras las autoridades buscan soluciones, los consumidores siguen lidiando con la incertidumbre. Supermercados y distribuidores aseguran que trabajan para estabilizar el suministro, pero los precios siguen subiendo. En Miami, encontrar huevos a precios accesibles se ha convertido en una misión casi imposible, aunque hay influencers como Alexander Otaola que está vendiendo los suyos, y en un alarde de sarcasmo político declara «¡Que por falta de huevos no sea!».

Por ahora, lo único seguro es que, si vas al supermercado y encuentras huevos a un precio decente, más vale que los agarres rápido. ¡Antes de que alguien más se siente sobre ellos!