Dos cubanos recién llegados a los EE.UU., en específico a Miami, Florida, le entraron con el pie equivocado al «american dream» y por muy alto que esté el costo de la vida y fuerte que golpee la inflación, la realidad es una: el invento del «hombre nuevo» cubano no les funcionó.
Después de haber conseguido «el pase de oro» con su admisión en territorio de los EE.UU., estos dos proclives al «invento cubano» pudieran ser deportados a la isla.
Ni un año llevan en los EE.UU. los jóvenes cubanos Pedro Rodríguez y Yomay Kemel y ya se pusieron «a jugar» con el Tío Sam.
Con el prontuario criminal que ya tienen, ni derecho posiblemente tengan a recibir la residencia permanente. Así que cuando cumplan el año y un día… veremos.
Los jóvenes comparecieron hace poco en corte. La situación en la Florida «no pareció» acompañarlos en el comienzo de su «segunda vida», pero eso no es motivo para echarle mano al «Invento cubano» como recurso para la subsistencia.
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Y es que en la Florida, como en el resto de los EE.UU., a fuerza de ser sinceros, la situación no está muy bien que digamos para levantar cabezas pero, infrigir la ley es la última opción.
Es cierto, la renta está alta, la gasolina también pero hay muchas maneras de «salir a flote» sin tener que ir a la Corte.
Es notoria la inflación en el país. Se dice que no se veía algo así desde hace 40 años y muchas familias luchan para llegar a fin de mes a flote.
El salario mínimo es bajo, ni siquiera está entre los estados con un límite de salario mínimo federal sobre los 11 dólares, pues apenas roza los diez.
Pero tampoco en los estados como el Distrito de Columbia, donde se paga a $15.20 la hora; Washington $14.49 la hora; Massachusetts $14.25 la hora; California $14.00 la hora; Nueva York $13.20 la hora; Connecticut $13.00 la hora; Nueva Jersey $13.00 la hora y Arizona $12.80 la hora, las cosas marchan mucho mejor.
En la Florida, el salario de 15 dólares la hora mínimo llegará en cuatro años, en el 2026; de aquí a allá lo que queda es reducir gastos – cerveza, cigarros – recurrir a ayudas federales, plan telefónico mínimo, reducir las salidas a restaurantes y otras, pero recurrir al «invento», cubano recién llegado, es la peor de las opciones. De hecho, el «invento cubano», ese del que en ocasiones se escucha hablar en Miami con las «tarjetas», «el choque» y las «Bombas de gasolina» es el único «invento» que se te desaconseja tomar.
