En la madrugada del lunes 21 de abril de 2025, un ciudadano cubano identificado como Ángel Seijo Rojas perdió la vida tras ser atropellado por un vehículo en la vía Kwattaweg, en Paramaribo, Surinam. La noticia se ha difundido a través de redes sociales, donde se compartió la imagen de su carné de identidad cubano con la esperanza de contactar a sus familiares en Cuba. Seijo Rojas, oriundo de Camagüey, había emigrado a Surinam en busca de mejores condiciones de vida.
La reciente muerte no ha aparecido aún en los diarios de Surinam consultados, pero en una publicación vista en Facebook, personas allegadas a su familia en Cuba aseguraron que esta ya había sido alertada del hecho.
“Ya la mujer lo sabe, acabo de hablar con ella”, escribió una internauta. «Lo conozco, es de la provincia Camaguey, reparto Vásquez,» escribió una segunda.
Marisel Maryori Aldana Galindo fue más allá e identificó a la esposa del fallecido, y publicó una foto de ambos, juntos.
Varias fotos más en ese perfil confirmarían que Yakelín es la esposa del fallecido. En una de ellas , lo llamó «amor de mi vida». Sin embargo, aún no ha confirmado señal del fallecimiento de su pareja en sus redes sociales.



En la publicación donde se comunicó el fallecimiento de este cubano en Surinam, otros internautas descargaron su ira contra el «gobierno que tienen en Cuba».
«A lo mejor estaba trabajando para mantener a su familia en Cuba que no tienen comida”, comentó una internauta. “Qué doloroso escuchar cómo están muriendo cubanos en todo el mundo que salieron de su isla y sus hogares buscando una mejor vida para su familia”, expresó otro.

Este trágico suceso se suma a una serie de accidentes de tránsito que han cobrado la vida de ciudadanos cubanos en Surinam en los últimos años.
En febrero de 2024, Emir Castro González, de 43 años y natural de Cárdenas, Matanzas, falleció tras colisionar con una furgoneta en Paramaribo. Dos semanas después, Gilberto José Mora Ávila, de 29 años y oriundo de Holguín, también perdió la vida en un accidente similar.
También en marzo de 2024, una pareja cubana, Enrique Gousson Cabrera, de 52 años, y Margarita Bea Martínez, de 53 años, ambos de La Habana, murieron al ser impactados por un Mercedes Benz mientras se trasladaban en un ciclomotor por una avenida de Paramaribo.
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Estos incidentes reflejan la vulnerabilidad de los migrantes cubanos en Surinam, quienes, en su mayoría, se desplazan en motocicletas o ciclomotores debido a su bajo costo y facilidad de adquisición. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada, leyes seguras de tránsito, y la imprudencia de algunos conductores locales aumentan el riesgo de accidentes fatales.
La muerte de Ángel Seijo Rojas y de otros compatriotas cubanos en Surinam pone de manifiesto los peligros que enfrentan los migrantes cubanos en su búsqueda de una vida mejor; dejando ahora, a sus familias, con la difícil tarea de repatriar los restos a Cuba, un proceso que implica altos costos y trámites burocráticos.