El accidente, ocurrido en la mañana del lunes, ha generado una ola de consternación entre los cubanos residentes en Surinam y aquellos que siguen los acontecimientos desde la isla y otros puntos del mundo.
Esta operación no sólo significa una victoria en la lucha de Surinam contra la trata de personas sino que también subraya el papel indispensable de la vigilancia comunitaria y la cooperación internacional para erradicar violaciones tan profundas de los derechos humanos.