Un conductor de la empresa estatal Taxis-Cuba fue despedido y arrestado tras la difusión – ahora – de un video en redes sociales que lo muestra agrediendo físicamente a una anciana discapacitada en La Habana. El incidente, ocurrido el pasado 31 de marzo, generó una ola de indignación pública y presiones para que se actuara de inmediato.
La víctima, identificada como la tía de la esposa del agresor, fue golpeada en el asiento trasero de un vehículo descapotable mientras la esposa del conductor presenciaba la escena sin intervenir.
El video, ampliamente compartido en plataformas digitales, muestra al chofer propinando dos bofetadas a la anciana y jalándola del cabello.
El Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, calificó la agresión en su perfil de Facebook como una violación ética y normativa, señalando que el conductor incurrió en infracciones graves relacionadas con las normas de conducta social y alteración del orden público. Tras una audiencia disciplinaria extraordinaria, la empresa Taxis-Cuba canceló el contrato laboral del implicado y lo puso a disposición de la Policía Nacional Revolucionaria.
El perfil oficialista «Héroes de Azul» confirmó la detención del chofer, quien fue trasladado a estaciones de la PNR en el Cerro y posteriormente en Marianao. Aunque se indicó que «responderá penalmente», no se han especificado los cargos ni el proceso judicial que enfrentará.
La ciudadanía ha expresado su preocupación por la falta de detalles sobre las acciones legales y ha exigido que también se procese a la esposa del agresor por su inacción durante la agresión.
Una usuaria que dijo conocer a ambos reveló el nombre del chófer involucrado, a quien identificó como «Máximo», y dijo que su esposa, es cristiana.
El caso generó tanto revuelo que hasta el propio portal oficialista Cubadebate se vio obligado a hacer referencia al asunto, en una escueta nota donde apenas dice lo esencial.
Este video salió a la luz apenas días después de otro igual de perturbador, donde un trabajador de un hospital psiquiátrico en Villa Clara fue grabado golpeando a una paciente, también indefensa.
Al igual que este caso reciente que involucra a un chófer de la agencia Cuba-Taxis, la respuesta oficial al caso del hospital psiquiátrico, fue rápida y «contundente». Según informó la Dirección General de Salud Pública de Villa Clara, tras la difusión del video en redes sociales, se llevó a cabo una investigación que concluyó con la identificación del agresor, quien fue separado definitivamente del centro de salud y remitido a los órganos judiciales para las acciones legales pertinentes.
Este caso, junto con el del chofer de Taxis-Cuba que agredió a la anciana, ha generado un debate sobre la violencia en la sociedad cubana y la eficacia de las respuestas institucionales. La cercanía temporal entre ambos incidentes y la difusión de los videos en redes sociales han evidenciado la importancia de la tecnología y las plataformas digitales en la denuncia de abusos que anteriormente podrían haber quedado en la impunidad.
Sin embargo, también se ha señalado que, mientras se actúa con celeridad en casos que se hacen virales, otros abusos documentados no reciben igual atención. Esto ha llevado a cuestionar si algunos de estos casos están siendo utilizados como «chivos expiatorios» para calmar la indignación pública, especialmente cuando los agresores son trabajadores estatales sin poder político, pues en aquellos casos en que los abusadores forman parte del poder en la isla, las medidas, si acaso llegan a tomarse algunas, quedan silenciadas, pues la realidad es que estos agresores políticos actúan con total impunidad.
Además, preocupa que, en lugar de fomentar la denuncia de estos abusos, las autoridades cubanas a menudo castigan a quienes filman y difunden estos videos, como si el problema fuera la divulgación y no la violencia en sí misma; lo cual refleja una tensión entre el control estatal de la información y el creciente papel de las redes sociales en la exposición de realidades ocultas.
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