El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que concederá permisos humanitarios a 30.000 inmigrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití al mes, al tiempo que expulsará a México a quienes intenten ingresar de manera ilegal por la frontera.
De acuerdo con un reporte de EFE, funcionarios de alto rango de la Administración del presidente Joe Biden informaron a las autoridades fronterizas que impedirán la entrada de migrantes irregulares de esos cuatro países.
La inclusión de cubanos, haitianos y nicaragüenses, amplía el programa que Washington lanzó en octubre pasado para entregar 24.000 permisos a migrantes venezolanos y, al mismo tiempo, deportar a México a quienes atravesaran la frontera ilegalmente, precisa la agencia española de noticias.
Según la fuente, los funcionarios estadounidenses advirtieron que las personas que sean deportadas por ingresar de manera irregular no serán elegibles para acceder a los permisos humanitarios.
Por su parte, el medio estadounidense Telemundo precisó que la medida de la Casa Blanca otorga estatus legal por dos años a quienes ingresen por avión al país norteamericano, mientras continúan la política de “expulsiones exprés” a quienes intenten cruzar la frontera, acorde con la figura del Título 42, aún vigente.
Al mismo tiempo, EE.UU. prevé el «reasentamiento de refugiados» de otros países del continente, por lo que acogerá hasta 20.000 personas provenientes de naciones de Latinoamérica y del Caribe.
Las autoridades estadounidenses han observado un «nuevo patrón migratorio» en la frontera sur del país y temen que «la inestabilidad política, económica y política en todo el mundo está alimentando algunos de los mayores niveles de migración» registrados desde la Segunda Guerra Mundial.
El motivo de la nueva medida, según dijeron los funcionarios del gobierno de Biden, es limitar la entrada de inmigrantes ilegales a Estados Unidos que este año ha alcanzado cifras récords, sobre todo a causa de “un nuevo éxodo sin precedentes de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela».
