Mientras la primera delegación cubana en una Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Williamsport, Pensilvania, se preparaba para el regreso a La Habana, la «desaparición» de un entrenador cubano de la villla beisbolera era foco de atención de la prensa local.
Los propios funcionarios del torneo internacional para jugadores entre 10 y 12 años informaron a reporteros estadounidenses que un entrenador cubano del equipo Bayamo nombrado José Pérez había salido del complejo deportivo donde se alojan los clubes competidores el 19 de agosto a altas horas de la noche y no había regresado.
“Little League International se ha comunicado con todas las autoridades correspondientes y se asegurará de que el equipo Bayamo de las Pequeñas Ligas continúe teniendo el mejor apoyo y experiencia mientras esté en Williamsport”, dijo Kevin Fountain, director de comunicaciones de Little League International.
El equipo cubano estuvo presente con otros entrenadores, pero sin Pérez, en el juego de béisbol de las Grandes Ligas entre Nacionales de Washington y los Filis de Filadelfia en el conocido «Clásico de las Pequeñas Ligas «el domingo por la noche, que se llevó a cabo en el Muncy Bank Ballpark en el histórico Bowman Field.
Esa velada fue una fiesta para los peloteritos de 20 equipos, entre ellos el cubano, que compartieron antes y durante el desafío (ganado por Nacionales 4×3) con los jugadores de las Grandes Ligas y el público en las gradas.
Los funcionarios de las Pequeñas Ligas no dieron a conocer ninguna otra información sobre el técnico cubano el domingo por la noche.
Oficiales de la policía estatal dijeron que no están involucrados en ninguna investigación sobre la desaparición de Pérez, de acuerdo al The Daily Item.
La organización declaró que se ha comunicado con todas las autoridades correspondientes, pero no confirmó si se considera una deserción.
Miembros de la delegación cubana, entre los que figuran el presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Juan Reynaldo Pérez, y otros funcionarios del Inder y de la embajada de Cuba en Washington, no han hablado públicamente de la presunta «fuga».
De acuerdo al historial de las expediciones deportivas de la Isla en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, las «desapariciones» de atletas, técnicos u otros funcionarios terminan siendo realmente deserciones.
Pérez, reportado en «paradero desconocido», no estuvo presente en el último juego de Bayamo donde fue derrotado y eliminado por el Veraguas, de Panamá, en peleado partido 3×2. Fue el segundo revés de los cubanitos que la víspera vencieron por «nocao» a Australia 11×1. En su histórico debut en este torneo, cayeron 1-0 ante uno de los favoritos, Japón.
En el plantel figuraron Luis Enrique Gurriel Delgado, 12 años, primo de Yulieski y Lourdes Gurriel Jr. , hoy conocidos jugadores de Grandes Ligas y radicados en Miami desde 2015 luego de abandonar la selección nacional tras su participación en la Serie del Caribe de República Dominicana, y Alfredo Despaigne, 10 años, hijo del famoso toletero cubano de la Serie Nacional y del béisbol japonés y abanderado de la delegación en ceremonia antes de salir de La Habana.
En la misma otro peloterito, Jesús Ortega Massip, leyó el compromiso de la selección de alcanzar una medalla y «defender la Revolución desde el propio terreno de juego» según Cubadebate.
«Bayamo se despidió de la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas del Béisbol 2023 dejando un buen sabor a futuro para el deporte nacional», escribió Prensa Latina desde la sede norteamericana en momentos preocupantes para la pelota cubana que sufre un éxodo notable por el aeropuerto internacional «José Martí» de jugadores adolescentes y juveniles de la mano de sus padres.
Recientemente se reportó en medios alternativos la salida número 15 entre 20 jugadores que integraron el equipo Cuba al Mundial Sub-15 en septiembre y octubre de 2022, al parecer con destino a República Dominicana y el propósito de ser firmado por clubes de Grandes Ligas mientras la incontrolable crisis económica, que tiene como principal víctima a la familia cubana de a pie , pone en entredicho la subvención de las academias deportivas gratuitas por un presupuesto estatal que se alimenta del agónico bolsillo del contribuyente.
