Cuba enfrenta una crisis energética significativa, con apagones que superan las estimaciones oficiales.
Los de ayer jueves debieron ser la gota que colmó la copa, pues la Unión Eléctrica (UNE) de Cuba informó que la afectación máxima de energía fue de 1,021 MW, lo cual es 341 MW más de lo que se había pronosticado para el 13 de septiembre.
La situación de los apagones se agrava con varias unidades de termoeléctricas fuera de servicio por averías y mantenimiento, incluida la Termoeléctrica Guiteras, la más grande e importante del país. Los cubanos, en las redes, conscientes de que cuando la Guiteras logra sincronizarse al Sistema Eléctrico Nacional se rompe enseguida, y conscientes también de la poca disponibilidad de combustible que tiene el país, bromean con que están «reservando la Guiteras» y el crudo, para que en los días que se celebre en La Habana la cumbre del G77 no haya apagones.
Bromas aparte – que vamos, la situación no puede ser más seria – la cruda realidad es que la demanda de energía en Cuba supera la disponibilidad actual, especialmente con los calores que están haciendo en la isla, y la afectación se mantuvo durante todo el día, provocando enormes apagones en todo el territorio nacional.
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Aunque la UNE siempre hace estimaciones para la hora pico, la experiencia reciente sugiere que estas podrían quedarse cortas, aumentando la incertidumbre y el malestar entre la población.
El déficit energético ha sido un problema persistente desde inicios de semana, afectando a todo el país, y está demostrado que la promesa hecha por el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez de que los apagones se solucionarían para finales del 2022, era una de las tantas promesas hechas por los mandatarios cubanos a lo largo de 63 años de la llamada «Revolución», y a unos cuántos menos de otra «Revolución»: la energética.
La crisis energética en Cuba sigue sin resolverse, aumentando la tensión y el descontento entre la población a causa de los apagones
La crisis energética en Cuba continúa empeorando, con ciudadanos describiendo la situación como «alumbrones» en lugar de apagones.
En Cienfuegos, por ejemplo, la electricidad se cortó durante seis horas en la noche y toda la mañana, afectando la vida cotidiana de las personas, desde los niños que van a la escuela hasta los adultos que trabajan.
«Santiago de Cuba lleva más de 24 horas sin corriente. Son alumbrones, horitas con corriente que comparándola con las que estamos sin corriente, es lastimoso esto para cualquier ser humano. Pobre los niños y las personas mayores: con calor, sin agua. Dios mío, esto es una desgracia, esto es demasiado», señala un internauta en uno de los comentarios dejados en el post publicado en Facebook por la Unión Eléctrica.
«Es una falta de respeto el país este. ¿Hasta cuándo va a seguir esta situación? A nadie le importa la calidad de sueño de nuestros hijos, ni que se echen a perder los pocos alimentos. La verdad que estoy decepcionado», dijo otro.
«Encrucijada, Villa Clara, lleva muy pocas horas con corriente desde ayer. Ya esto es un crimen, con muerte lenta. Tampoco hay alimentos y lo poquito que se consigue, ni se puede elaborar, ni se puede conservar en frío… Nada más parecido que un Armagedón local. Qué Dios nos acompañe y se compadezca de nosotros», añadió otro cubano.
Los ciudadanos de todas las provincias están cada vez más frustrados y desesperados, describiendo el escenario actual como «un crimen, con muerte lenta».
Los apagones parecen también haberle llenado la cachimba a una residente en la provincia de Camagüey, identificada como Deysi Frometa, quien expresó su angustia en Facebook, diciendo que «es mejor morirse que vivir así».
Según Frometa, no solo enfrentan la falta de electricidad, sino también la escasez de agua y alimentos, que cuando se encuentran, son demasiado caros.
En medio de todo esto, un padre cubano compartió en redes sociales una foto de su hija haciendo la tarea escolar con una linterna en la cabeza. Según dijo, el apagón duró 8 horas.
La imagen rápidamente se convirtió en un símbolo de las dificultades que enfrentan los niños en Cuba debido a la crisis energética en el país.
En un caso relacionado, una madre cubana decidió no enviar a su hijo a la escuela después de un apagón similar. A pesar de ser criticada por la maestra por ser «irresponsable», la madre recibió el apoyo de otras madres en un grupo de Facebook, quienes argumentaron que la falta de sueño podría afectar negativamente al niño.
Estos incidentes ocurren en un contexto más amplio de inestabilidad en el sistema eléctrico de Cuba, con apagones frecuentes y prolongados que afectan todos los aspectos de la vida, incluida la educación.
La situación ha llevado a protestas y expresiones de descontento contra el gobierno, que hasta ahora no ha podido resolver la crisis.
Sin embargo, que se conozca, no ha habido expresiones de descontento social, como aquellas que empujaron a los cubanos a la calle el 11 de julio de 2021 aunque, a pesar de la fuerte represión estatal, están surgiendo formas de protesta.
En Palma Soriano, una ciudad de Santiago de Cuba, los ciudadanos despertaron el jueves con un mensaje dirigido al gobernante en el poder, exigiendo un cambio. Un hecho que también aconteció en Morón, Ciego de Ávila.
En ambos casos, se trató de carteles, pintados en paredes, exigiendo la renuncia de Díaz-Canel y llamándolo «SIN…CASA».
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