En un hecho inédito, la Embajada Cubana en Japón consiguió que las autoridades boxísticas niponas prohibieran al boxeador cubano Robeisy Ramírez usar sus símbolos nacionales en la defensa de su título de peso pluma contra el local Satoshi Shimizu.
La pelea de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) se celebrará este martes 27 de julio en la Arena Ariake de Tokio. Se desconoce la reacción de la OMB ante las restricciones contra el cienfueguero.
El «Tren» como se le llama a Robeisy Ramírez es doble campeón olímpico de Londres 12 y Río 16, y en 2018, mientras se preparaba con la selección nacional en Aguscalientes, México, para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia, huyó de la concentración hacia Estados Unidos donde después de una derrota en su debut profesional ha hilvanado triunfos consecutivos.
Ramírez ha tenido un papel activo desde la Unión Americana en apoyar las manifestaciones antigubernamentales en su país. En octubre pasado, en Las Vegas, en su pelea contra el boricua Orlando González, subió al ring vestido con un short con el lema anticastrista «Patria y Vida’.
Para su pelea contra Shimizu, el cubano no había revelado su vestimenta.
Ante esta pelea en Japón, la misión diplomática de la Isla protestó a la comisión de boxeo promotora de la velada para no permitir que se toque el himno cubano en la presentación de Ramírez. «El no es para representarnos a nosotros sino a Estados Unidos», dijeron los funcionarios comunistas según trascendidos.
En un video en YouTube se aprecia el momento en que el representante del boxeador le comunica a Ramírez y a su manager Ismael Salas la inesperada decisión: «Hace unos minutos me acaba de informar la promotora que hay una situación con los temas de los himnos. Como saben, los himnos se tocan antes de la pelea, y más en tu caso que es una pelea de Campeonato, que es una presentación oficial»
«Sin embargo, y muy penosamente, la embajada del gobierno de Cuba contactó a la televisión para prohibir que se toque el himno de Cuba en tu pelea», añadió.
El representante comentó a ambos que habló con el promotor y que habían dos alternativas, o entrar sin el himno cubano o tocar el himno de Estados Unidos.
«Yo no voy a entrar con el de Estados Unidos, o entro con el de Cuba o entro sin himno», replicó Ramírez antes de la ceremonia de pesaje. «Realmente no afecta lo que es la pelea», añadió el púgil, para descartar de paso una protesta que podría conllevar a la suspensión de la pelea, y con ello a un escándalo.
«Qué bueno que estén grabando para enseñarle todo esto al mundo. Esto sucede en Japón, y yo no tengo que ver con ninguno de esos comunistas y aún así me prohíben en este país…No entiendo cómo Japón cae a los pies y acepta permitir que yo no entre con mi himno».
«Es una falta de respeto» comentó por su parte el guantanamero Salas. «Patria, vida y libertad» dijeron ambos.
Ramírez posteriormente en sus redes sociales informó que la prohibición también abarcaba el uso de la bandera cubana, ni en el short incluso.
Los himnos nacionales representativos del país de cada boxeador son toda una tradición del boxeo mundial, en cada combate por un título. En el contexto actual las organizaciones boxísticas – con la excepción de la IBA dirigida por un ruso- prohíben el uso de los símbolos nacionales a boxeadores rusos y bielorrusos por la invasión de Vladimir Putin a Ucrania.
El japonés Satoshi Shimizu tiene récord de 11 victorias y una sola derrota, con 10 nocaos.
Robeisy Ramírez (12-1, 7KOs) intenta la primera defensa del título que ganó en una decisión del 1 de abril sobre el ex campeón de las 122 libras Isaac Dogboe en Tulsa, Oklahoma. Será su segunda pelea profesional fuera de los EE. UU. quien se mudó a Miami pero ahora entrena en Las Vegas. Su primer combate extrafrontera se produjo con un nocaut en el tercer asalto sobre Eric Donovan el 26 de febrero pasado en Glasgow, Escocia.
Ramírez nunca había estado en Japón y espera que las complicidades de última hora no le cierren el camino a un nuevo triunfo.
