El mejor secreto de Santa Lucía: Vecinos de médico cubano le regalan moto

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Los vecinos de la comunidad rural de Santa Lucía, en el municipio de Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus, recaudaron dinero y regalaron una motocicleta al médico Miguel Alexander Concepción López, residente en el pueblo, para que recorra todos los días los 30 kilómetros que lo separan de su trabajo como cirujano en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, de la ciudad cabecera.

El vehículo fue entregado al doctor Concepción el pasado 3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana, luego de que los habitantes del pueblo advirtieran cómo, tras hacer estos viajes diarios de 60 kilómetros de ida y vuelta, el médico visitaba a sus vecinos, atento a todas sus necesidades durante la pandemia.   

“Veíamos la situación de Ale en su ir y venir al hospital porque él es cirujano en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos. Tantas personas buscándolo hasta en su tiempo de ocio. Hablamos en familia de la idea de gratificarlo, pero hablamos de unir a las personas, el que quisiera unirse, para comprarle una motorina”, comentó maestra Sandra Luciano a la periodista Elsa Ramos del periódico oficial Escambray.

“Creamos un grupo en Facebook que llamamos: Médico de Santa Lucía vive en la línea roja”, explicó la docente, quien invitó “a muchos amigos, traté de unir muchas personas y luego ir al WhatsApp y allí decir lo que íbamos a hacer. Llamé al pueblo, a tantos agradecidos por la atención que él prestaba a tantas personas de la comunidad enfermas porque fue un mes muy fuerte con la COVID-19. El llamado era a aportar lo que pudieran: desde veinte, 50 pesos para hacerle un regalo al médico”.

Las personas de Santa Lucía de otras comunidades cercanas respondieron a la iniciativa, que alcanzó una recaudación de 180 mil pesos cubanos, resguardados por una empleada bancaria que fungió como tesorera. Entonces, Reinier, hermano de Miguel Alexander, comentó a los vecinos que él, su papá y su mamá añadirían más dinero para una motocicleta, no una motorina.

La maestra Sandra comentó que “se hizo una auditoría de este dinero con miembros del grupo el día 25 de noviembre, tratamos de hacerlo con toda la transparencia que un pueblo necesita. Recogimos 256 mil 240 pesos”, entonces decidimos que “cualquier miembro del grupo podía acercarse para saber por dónde se iba recogiendo el dinero, cuánto se iba aportando, pero también cualquier miembro podía ir a comprar del artículo”. Este regalo ha sido el secreto colectivo mejor guardado en Santa Lucía pues el médico nunca supo de la sorpresa de sus vecinos.

Sandra Lozano publicó en sus redes sociales un video donde se puede verse la alegría sincera del pueblo ante la sorpresa del cirujano cuando recibió el vehículo, marca Suzuki, adornado con un lazo de papel dorado. “Los que estamos hoy aquí frente a tu casa son tu familia, es tu pueblo que viene a buscarte y a pedirte tantas veces que nos des la mano. Tú eres el médico de Santa Lucía que vive en la línea roja”, le dicen desde la multitud.

Los vecinos se congregaron frente a la casa del galeno cubano y “cuando estábamos con los poetas en un ensayo, lo llamé con el alta voz: ʽDoctor buenas tardesʼ y él: ʽqué pasa, qué pasaʼ y le digo: ʽte estoy llamando porque tengo el grupo de Facebook que no sé si lo has visto y dijimos que queríamos hacer un homenaje, hay muchas personas delante de tu casa para cuando vayas llegando, es tu pueblo el que ha venido tantas veces a pedirte ayuda el que te está esperandoʼ y me dijo: ʽSandra ¿cómo tú has hecho esto?ʼ, describe la maestra responsable principal del regalo.

El doctor Concepción describió a la periodista de Escambray que “cuando enfoqué la calle y vi tanta gente allí, al principio pensé que pasaba algo, pero después las personas gritando y coreando el nombre de uno…no tengo palabras”.

“Para mí fue muy emocionante”, declaró, “no me esperaba en lo absoluto nada de eso, cuando después de llegar del trabajo a mi cuadra, a mi casa, vi tantas personas esperando, me emocioné  muchísimo y le soy sincero, se me salieron las lágrimas. Es muy reconfortante, se siente uno con una satisfacción tan grande que es difícil de describir…cuando llegó la moto, me monté pero tenía tremenda flojera en los pies, es una de las emociones más grandes que yo he vivido”.

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