La pasada semana, bien tarde en la noche, cientos de cubanos tuvieron la desagradable oportunidad de ver en la televisión una emisión más del invertebrado programa Palabra Precisa, en el que se presentaron tres jóvenes, «influencers» dentro de la juventud cubana y el Movimiento de Pañuelos Rojos para, sin tapujos darnos claves sobre el futuro de Cuba.
Y sobre la ignorancia de todos ellos.
Con el programa en el aire, ya los internautas comenzaron a hacer críticas sobre el programa. Más específicamente sobre el peligro que representaría darle espacios, cada vez más en la televisión, a este tipo de discurso unilateral, en defensa atrincherada del gobierno y sus leyes, y donde no solo se cometieron imprecisiones de índole histórico, sino donde se dieron – repito – claves que nos acercan a Cuba más dictatorial aún, más represiva y en manos de gente con evidentes lagunas educacionales.
Conocida por algunos como «una de las enfermedades de la sociedad moderna», ya sea la ignorancia o el desconocimiento, ha sido objeto de análisis o reflexiones por no pocos estudiosos del tema.
Basta por ejemplo, en este caso, a lo visto en la televisión de Cuba, para recordar una frase que se ajusta como traje más que justo, preciso:
“La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.”
Así se expresó, en una ocasión, el gran líder mexicano Emiliano Zapata pero, lo visto en el programa de Palabra Precisa, pùdiera hacernos creer que estos jóvenes vistos en la televisión en el programa oficialista, tienen más parecido con las juventudes hitlerianas, o hitlerjund, que con los jóvenes que en Alemania también, derrumbaron en el año 1990 el muro de Berlín.
«Las Juventudes Hitlerianas (en alemán: Hitlerjugend, abreviado HJ) fueron establecidas por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en 1926 para crear un nuevo sistema de adiestramiento para los jóvenes alemanes, con el fin de proporcionarles un entrenamiento militar y desarrollar su entendimiento y obediencia a la ideología nazi,» encabeza Wikipedia la definición de este «Movimiento», que fue sin dudas, junto al brazo armado hitleriano, el sostén de la ideología fascista.
Sin dudas, el apego irrestricto al nacionalismo y el desconocimiento, afloraron en la televisión – sin restricciones, por cuanto el moderador del programa no interrumpió una vez, a los «panelistas» para corregir la sarta de errores – en Palabra Precisa, donde se nos mostró a un «influencer» de las redes sociales que peca de erudito en ella pero, que sin dudas deberá trabajar mucho en su imagen y maneras comunicativas si es que desea convertirse en un influyente político de la futura sociedad cubana, más allá de los cientos de likes que recibe en su perfil de Facebook.
Peor aún fue la imagen que nos dio una futura abogada – o fiscal – más torpe aún a la hora de expresarse y comunicar sus ideas, y quien en un momento dado en una de sus intervenciones dijo que «si fuera ella, no habría diálogo», con aquellas voces críticas dentro de la sociedad cubana.
Frases como «Tenemos pequeños fallos»; «Ni pi si quieres traerme el burocratismo, Ni pi si quieres traerme la corrupción» o «Hay que dialogar porque sino ¿cómo corregir a los que llaman al diálogo?», son demostrativas que el futuro de Cuba en mano de estos jóvenes desconocedores de la historia y sus peligros, no pinta en el rumbo hacia una sociedad moderna, democrática e inclusiva, sino todo lo contrario.
Queda de los cubanos entonces impulsar espacios para transformar la isla de Cuba en lo que realmente merece y pudiera ser, y no una Cuba sumida en el oscurantismo y el atrincheramiento en una sola idea.
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