El boxeo, el llamado “Buque Insignia” de Cuba en Juegos Olímpicos, no será parte de la próxima cita bajo los cinco aros, Los Ángeles 2028.
A través de un comunicado enviado a los Comités Olímpicos Nacionales de todo el mundo, el Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó lo que era una especulación desde que finalizaron las Olimpiadas de Tokio 2020.
El COI hizo oficial así el hecho de que el boxeo estará fuera del programa de Los Angeles 2028 porque ha quedado desacreditado como disciplina olímpica.
Según resumió el reportero cubano Yasel Porto, este “es el final de una larga lista de rencillas, malos entendidos y peleas directas” entre el COI y la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA), que hasta 2023, en que fue desconocido por el mismo COI, era el ente rector del boxeo olímpico.
Además del boxeo, fueron excluidos de Los Angeles 2028 el Breaking Dance, que no logró los niveles de aceptación que se buscaban en París 2024, y el Rugby 7.
Debido diversas irregularidades financieras, estatutarias y técnicas, así como acusaciones de corrupción hacia la AIBA y sus dirigentes, el COI tomó las riendas tanto de las clasificatorias rumbo a Paris 2024 como del evento ya en los Juegos Olímpicos.
Hasta el momento se desconoce si habrá alguna manera de que el COI permita el regreso del boxeo al programa olímpico, ya sea avalando a otra federación rectora del pugilismo amateur, o llegando a un acuerdo con la AIBA.
En cualquier caso, esto es un cubo de agua fría para Cuba, cuyas aspiraciones de títulos olímpicos recaen casi exclusivamente en los deportes de combate. Con el tetracampeón olímpico Mijaín López retirado y sin el deporte de los puños en las Olimpiadas que regresan a Estados Unidos, el panorama para los cubanos es más que aciago.
“Habrá que ver qué pasa en este ciclo olímpico, pero, entre la economía cada vez peor para el desarrollo interno y externo, menos masividad, más evolución de los demás y un crecimiento migratorio cada vez mayor, la realidad es pinta bien gris”, señaló Porto.
“Si en París nos alejamos de Tokio, en Los Ángeles la perspectiva es aún peor”, resumió el experto.