Las autoridades cubanas están entre la espada y la pared: no quieren ponerse a mal con el ruso que dirige la Asociación mundial, que como nunca ha alegrado a púgiles, entrenadores y federaciones nacionales con recompensas monetarias, pero tampoco desean enemistarse con el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach que sorprendentemente le regaló una medalla del COI al gobernante cubano el pasado año en La Habana «por su respaldo al movimiento olímpico mundial».
El caso es que hace unas horas Bach ratificó en París, víspera de la clausura de la fiesta deportiva, que no habrá boxeo en el programa olímpico de Los Angeles 2028 si para mediados de 2025 no está creada una nueva federación que reemplace a la IBA de Umar Kremlev a la que el COI ha excluido del movimiento olimpico, por lo que ha tenido que encargarse de la organización del torneo olímpico de París al igual que hizo con el de Tokio hace tres años.
El COI sigue insistiéndole al ruso que aclare cuál es el origen del dinero con el que cubre sus millonarios premios.
«Nuestra posición es muy clara: el COI no organizará boxeo en Los Angeles (…) si las federaciones nacionales quieren que sus atletas puedan ganar medallas olímpicas, deben organizarse en torno a una federación internacional fiable y con buena gobernanza» y mencionó el plazo límite de mediados de 2025 para que ello se concrete.
Las relaciones entre ambos organismos sufrieron una nueva escalada en París cuando dos boxeadoras, la argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting , que había sido descalificadas por la IBA en el último Mundial alegando «pruebas de género» , compitieron en estos Juegos Olímpicos y conquistaron medallas luego que el COI las considerara «mujeres con todo el derecho a lidiar en la competencia femenina».
Ya el pasado año fue creada una nueva organización, World Boxing, liderada por el holandés Boris Van der Borst, que ha entrado en contacto con el COI, a la que Cuba se no ha afiliado, pero que no ha mostrado capacidad similar para ofrecer las garantías financieras de la IBA y por tanto aún no ha logrado registrar un número de federaciones nacionales aceptable para su reconocimiento universal.
Cuba estaría entre las naciones más perjudicadas si se excluye el boxeo del programa olímpico.
Por su parte, Kremlev ha dicho que iniciará una demanda penal contra Bach, pero no aclaró cómo lo haría. Kremlev viajará a La Habana en mes y medio para asistir al aniversario 50 del Primer Mundial de Boxeo de la entonces AIBA. Kremlev, amigo cercano al presidente Vladimir Putin, ya había sido recibido en el Palacio de la Revolución a fines de 2022 por Miguel Diaz-Canel. El ruso también convocó a una reunión del comité ejecutivo de la IBA en La Habana y es de esperar que las diatribas contra el COI sigan escuchándose en la capital cubana.
Kremlev había anunciado que para la Noche de Campeones , un cartel profesional organizado por la IBA el 27 de agosto en La Habana, el doble campeón olimpico cubano, eliminado en París, Julio César la Cruz chocaría contra el cubano español Enmanuel Reyes Plá, un migrante crítico del gobierno cubano, bronce olimpico . Pero las autoridades cubanas desmintieron ese anuncio aparecido en el sitio oficial de la IBA y hace unos días confirmaron que el rival de La Cruz será el ecuatoriano Julio Castillo.
La Noche de Campeones no tendrá muchos campeones como se esperaba luego del torneo olímpico donde Cuba apenas logró una medalla de oro y otra de bronce, de Erislandy Alvarez y Arlén López, tras muy cerradas peleas.