Cuando suba al ring este miércoles 7 de agosto a las 4:34 de la tarde (hora de Cuba), Erislandy Álvarez tendrá la oportunidad de llevarse una medalla de oro olímpica para la isla en París 2024.
Más que “La Amenaza” a Álvarez deberíamos llamarle “La Esperanza” porque el equipo cubano de boxeo, que ha dominado el deporte durante décadas en Juegos Olímpicos, ha tenido un torneo aciago en la capital francesa.
A sus cortos 24 años, el peso ligero cienfueguero combatirá contra el francés Sofiane Oumiha en la final de los 63,5 kilogramos, tras lograr cuatro de las siete victorias totales del boxeo de Cuba en París.
En cualquier caso, Álvarez se llevará a casa una de las dos únicas medallas cubanas, la menor cantidad que obtiene Cuba bajo los cinco aros en 56 años. Es decir, que gane o pierda, su país quedará con su menor cantidad de medallas desde 1968, cuando ganó solo dos en Ciudad de México.
De acuerdo con Álvarez, “queda una y vamos a darlo todo. Esta es la última y es la más importante”.
Solo y el botín de los estadounidenses disminuyó drásticamente en las últimas dos décadas, mientras que Cuba siguió siendo formidable.
Según recuerda la agencia AP, Cuba mantuvo la hegemonía en el boxeo olímpico incluso en las dos décadas más recientes, en las que Estados Unidos, el único equipo con más medallas de oro de boxeo y totales que la isla, vio mermada su cosecha.
Madre de numerosas estrellas sobre el ring, entre las que destacan dos de los tres triplecampeones olímpicos: Teófilo Stevenson y Félix Savón, Cuba ha tenido un ciclo olímpico horrendo.
Si bien solo cinco boxeadores cubanos se clasificaron para París, dos de ellos: Julio César La Cruz y Arlen López, son bicampeones. El primero de ellos perdió en su debut ante su coterráneo Loren Berto Alfonso, que pelea por Azerbaiyán; y el segundo se llevó el bronce.
El propio López reconoció que este ciclo no ha sido “positivo que digamos”.
“Siempre queremos ser aquella luz que ilumina a los de atrás”, ademitió, pero en el deporte, subrayó, “se gana y se pierde”.
No obstante, AP resalta que, el hecho de que Cuba se haya presentado con un reducido equipo a París se debe a un cambio introducido por el Comité Olímpico Internacional desde Tokio 2020.
Al sumarse docenas de mujeres y restarse una mayor cantidad de hombres al boxeo olímpico en busca de una paridad de género, Cuba salió perdiendo porque apenas ha potenciado el crecimiento de este deporte en la rama femenina.
No fue hasta 2022 que la isla levantó su veto a la competencia de boxeo femenina y ninguna de sus mujeres se clasificó para París 2024, donde participan en total 248 boxeadores, la cifra más pequeña en Olimpiadas desde 1956.
Ahora, en París varios países tendrán igual o mayor número de medallas que Cuba, incluso República Dominicana, que logró una par de ellas cuando había tenido solo dos en toda su trayectoria olímpica.
Otro dato interesante es que Cuba ha dejado de tener al menos una medalla de oro en el boxeo olímpico solo una vez desde 1968, en Beijing 2008. Ganó dos oros en Londres, tres en Río de Janeiro y cuatro en Tokio. En París, podría irse apenas con una.