Aunque la oficial Unión de Escritores y Artistas de Cuba emitiera recientemente una declaración de absoluto respaldo al gobierno de Miguel Díaz-Canel, para dar una idea de la sincronía entre los creadores y el Estado, los nítidos posicionamientos de artistas cubanos durante las manifestaciones multitudinarias del 11J evidenciaron otra arista muy diferente a la imagen promovida desde instituciones como la UNEAC o la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Cuando miles de cubanos se lanzaron a las calles de 60 ciudades y pueblos del país para reivindicar sus derechos, el virtuoso músico Jesús “Chucho” Valdés declaró en sus redes sociales: “Me da mucha tristeza lo que está sufriendo mi pueblo, incluida mi familia”, refrendando que “duele mucho ver las condiciones infrahumanas en las que subsisten. BASTA YA DE ¡ENGAÑOS Y MENTIRAS! Es imprescindible la ayuda humanitaria internacional” y selló sus palabras con el hashtag #SOSCuba.
El prestigioso cineasta Fernando Pérez ofreció entonces una entrevista a la agencia AFP donde declaró que Cuba necesita construir “un nuevo lenguaje” político que trasciende los actos de repudio y la violencia desatada por los partidarios del gobierno el 11J, razonando que “con la crisis social que está viviendo al país tiene que haber un estallido, que yo te digo, no sé hasta dónde va a llegar”.
Otro músico e intelectual de gran calibre como Leo Brower se desmarcó igualmente de cualquier posición oficialista, y lamentó que “las fuerzas del orden en Cuba fuesen a agredir a gente común y pacífica como somos los cubanos. Cuando el cubano protesta, no cabe duda de que la política o mejor dicho, el poder político y militar se han extralimitado. ¿Cómo pueden vivir tranquilos?”, exclamando hacia el final del texto: “¡Qué dolor, qué tristeza que se llegue al abuso del poder!”.
Poco antes de fallecer por complicaciones con la Covid-19, el maestro sonero Adalberto Álvarez expresó que era “imposible permanecer en silencio ante todo lo que está pasando en nuestro país. Me duelen los golpes y las imágenes que veo de la violencia contra un pueblo que sale a las calles a expresar lo que sienten pacíficamente. Las calles de Cuba son de los cubanos”, y en directa referencia “a los que me preguntan de qué lado estoy” confirmó el Caballero del Son: “Estoy con el pueblo”.
El cantautor Pablo Milanés se unió a quienes defendieron al pueblo desarmado que clamaba por la satisfacción de necesidades elementales como electricidad y comida, y emitió un comunicado oficial donde calificó de “irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo” y detalló que “en el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié. Ahora reitero mis pronunciamientos y confío en el pueblo cubano para buscar el mejor sistema posible de convivencia y prosperidad.” Fue secundado en esta postura por su hija la intérprete Haydée Milanés.
La icónica orquesta Van Van, por su parte, declaró que existen “gracias a nuestro pueblo cubano, por lo tanto siempre apoyaremos al pueblo, sea quien sea, piense lo que piense, defienda la ideología que defienda siempre con el máximo respeto, no olvidemos que somos cubanos, de la misma raza”, y aseveraron que apoyaban “a los miles de cubanos que reclaman sus derechos, debemos ser escuchados”.
Carlos Varela, Diana Fuentes, Diván, Descemer Bueno, Cucurucho Valdés, Liuba María Hevia, Danay Suárez, Eme Alfonso, Haila María Mompié, Kelvis Ochoa, La Charanga Habanera, La Diosa, Laritza Bacallao, Leoni Torres, Yuliet Cruz, integran una amplia lista de artistas populares que dejaron clara sus posiciones al lado de las multitudes cubanas que protestaron hace un año. La conclusión es sencilla: los artistas están con el pueblo.
