En menos de una semana desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha dejado claro que su prioridad es endurecer las políticas migratorias.
Entre el viernes y el sábado, la Patrulla Fronteriza deportó a 735 migrantes provenientes de ocho países, incluidos Cuba, Venezuela y Haití. Las deportaciones se llevaron a cabo a través del puente Paso del Norte, en la frontera entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
La medida fue acompañada por la suspensión del programa CBP One, que permitía a los migrantes gestionar solicitudes de asilo desde Estados Unidos, y un refuerzo de la seguridad fronteriza con el despliegue de 1.500 marines adicionales. Estos efectivos se suman a los 6.700 militares ya presentes en la zona, como parte de la estrategia para frenar el flujo migratorio.
NON-STOP REPATRIATIONS IN RGV! In the last two days, #RGV Border Patrol agents have repatriated over 735 illegal aliens from countries such as Cuba, Honduras, Venezuela, Haiti, Mexico, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, and Honduras that had entered illegally into the #USA. pic.twitter.com/gDpCmfT69H
— Chief Patrol Agent Gloria I. Chavez (@USBPChiefRGV) January 25, 2025
En la Florida también han ocurrido detenciones, tal y cómo reflejara este domingo el periodista cubanoamericano Alexis Boentes.
Según Boentes, un ciudadano nicaragüense y un jamaiquino, ambos con deudas pendientes ante la justicia en los Estados Unidos, fueron detenidos.
A pesar de estas acciones, cientos de migrantes continúan llegando a la frontera con la esperanza de cruzar hacia territorio estadounidense. Una nueva caravana partió este domingo desde Tapachula, en Chiapas, con la intención de llegar a Ciudad de México y eventualmente a la frontera norte. Para muchos, las restricciones y el cierre de programas como CBP One representan un obstáculo más, pero no un impedimento definitivo.
Historias como la de Yomely Daniela Blackaus Bodeen, una madre hondureña que viaja con sus tres hijos buscando un futuro mejor, reflejan la desesperación de quienes arriesgan todo para alcanzar su sueño. «No todos los migrantes somos delincuentes. Solo queremos salir adelante», señaló, en declaraciones recogidas por Yahoo Noticias.
En Texas, el gobernador Greg Abbott ha intensificado los esfuerzos estatales para reforzar la seguridad. Desde 2022, la instalación de alambres de púas, boyas flotantes y barreras físicas en el río Bravo forma parte del programa Operation Lone Star. Estas medidas, que buscan desincentivar los cruces ilegales, han sido ampliamente criticadas por organizaciones humanitarias, pero cuentan con el respaldo de la administración Trump.
Trump, fiel a su estilo, ha enfatizado que su política migratoria busca enviar un mensaje claro: «Si ingresas ilegalmente, enfrentarás graves consecuencias». Con deportaciones masivas, controles reforzados y medidas disuasorias visibles, parece decidido a cumplir, al menos en este tema, con lo prometido.
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