La intervención en el Parlamento Cubano de la «delegada por la Isla de la Juventud», Yailín Orta Rivera, Directora del Diario Granma ha causado penas y burlas entre los cubanos por lo desatinado de su discurso.
La periodista habló entre otras cosas de la migración y señaló las «carencias» que muchas familias sufren. No en Cuba, sino en el extranjero.
Su intervención se dividió en cuatro puntos. En uno de ellos dijo que le constaba la dedicación del actual Ministro de Salud Pública por la salud del pueblo y hasta desmintió la existencia de los casos de violencia obstétrica en la isla.
Sin embargo, fue su parlamento sobre la emigración, lo que de verdad puso sobre el tapete que la directora del diario Granma parece vivir en otro país que no es Cuba.
Su desconocimiento la llevó incluso a discurrir sobre aspectos que desconoce, generalizando la crisis «afuera», sin siquiera dar soluciones a la crisis interna.
Habló sobre la migración, pero no mencionó que, desde que ella entró a dirigir en el diario Granma, al menos dos docenas de periodistas han emigrado, precisamente por su comportamiento tiránico, ególatra y sobre todo, por su incapacidad como periodista para dirigir el Granma.
«El otro tema es en el caso de la migración que es el cuarto punto a atender, las causas que estimula o provocan la migración interna y externa,» comenzó diciendo.
«Aquí hay un tema que tengo que abordarlo así. Ese tema se convierte en seguridad nacional también, en el caso de la migración externa, porque si bien la migración es un fenómeno histórico, en el caso de Cuba se ha politizado el tema y además se trata con un cinismo extraordinario por parte del imperio, que como mismo estimula esa migración trata de reforzar la narrativa de que están huyendo del socialismo,» continuó diciendo.
«Esa es parte de su discurso además indecente y manipulador; además de que tratan de
presentarlo así en nuestra región tratan también de provocar el pretexto para una
invasión a partir de ese elemento. Si hay mucha migración todo el tiempo están
también induciendo ese fenómeno de injerencia interna en nuestro país,» agregó.
«En el caso de ese tema es muy complejo porque tiene muchas causas, dijo además la directora del Granma, aunque no enumeró, por ejemplo, la ineficiencia de miles de dirigentes y funcionarios como ella.
«(…) en muchos de ellos también hay esa narrativa contaminadora que trata de mostrar socialismo como un estado fallido. Hay mucha de eso, hay mucha de esa perversidad como dice nuestro primer secretario en esos enfoques,» añadió, antes de entrar en su fragmento estelar.
«Conozco familias que viven en la segunda economía más desarrollada de nuestro
país – dijo, aunque se refería a los que viven fuera – sin embargo, son clase media y ahí no hay bloqueo y lo que más abunda son los productos que se desbordan en cualquier esquina de sus calles. Sin embargo esas familias no pueden darse el lujo de tener un split – aire acondicionado – en su casa porque no tienen como pagar la electricidad,» expresó la directora del Granma sin saber, tal vez, que hay miles de familias en Cuba que no tienen cómo comprar un split; otros, ni saben lo que es eso, y hay miles también que, como la joven Amelia Calzadilla, no tienen cómo pagar la corriente eléctrica.
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De hecho, hay miles, millones de cubanos que han vivido durante meses con buchitos de electricidad diarios.
Pero ella insistió, y dijo que allá afuera, eso sucede porque «no hay niveles de subsidio – aunque cualquier persona puede solicitar un crédito en un banco – o no pueden darse el lujo de tener muchos hijos porque cada consulta le cuesta; la consulta de seguimiento pediátrico le cuesta más de 50 dólares a su pequeño,» dijo la directora del Granma que al parecer desconoce que en cientos de países allá afuera, la atención a los niños es GRATIS.
Añadió, en otro momento, que esas familias «viven con el miedo de que el niño no se relaciona con los niñitos de la cuadra, porque tienen miedo a la violencia que hay en esas sociedades,» aunque los niveles de bandalismo y delincuencia en Cuba, donde a diario hay un feminicidio, un robo de celular o una motorina, son harto conocidos de los cubanos.
«Entonces, señaló, hay una construcción tratando de dinamitar a nuestro país donde hay tantos valores valiosos (SIC) que todo el tiempo tenemos que resaltar,» dijo, y mencionó la cada vez más cuestionada «seguridad nacional».
Dijo que esta «no se da espontáneamente» y señaló que «ese es un logro de esta Revolución».
La directora del diario Granma dijo que «en el caso de los valores de la migración interna hay que seguir atendiendo las políticas sociales en cada uno de esos escenarios para que las personas no se sientan frustradas», aunque no abordó la marginación que existe, latente y perenne en la capital del país con las personas que proceden del Oriente; gente que a menudo son expulsados de vuelta a sus territorios de procedencia.
Al finalizar su intervención, la directora del periódico oficialista Granma puso de manifiiesto su positivismo sin límites en el mejoramiento de la situación en el país, aunque los datos parecen irreversibles: más de 250 mil cubanos se han marchado de la en los últimos 16 meses.
Dijo que lo expresado en la Asamblea, apunta a «ese camino de mejoramiento, a ese camino de participación, de realización; y sobre todo, a ese camino de defensa de la Cuba que soñamos, que deseamos, firmemente desde la resistencia, pero también desde la capacidad de soñar, haciéndola posible».
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