El mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez se reunió en Moscú con trabajadores cubanos que viven y trabajan en Rusia, en vísperas de reunirse con las máximas autoridades rusas, entre ellas el presidente ruso, Vladimir Putin.
La reunión fue con «su gente»: trabajadores gubernamentales cubanos en Rusia; no con la emigración cubana, en su inmensa mayoría contraria a las políticas de La Habana.
La reunión tuvo lugar este domingo. La mayoría eran trabajadores de la embajada cubana y de otros organismos gubernamentales con sede en la nación euroasiática.
«(…) Lo hace en un encuentro con personal de la embajada y una representación de todas las entidades oficiales del Estado cubano que trabajan en Rusia. Están hablando de Cuba, la Patria Amada»‘, dijo la Presidencia cubana en un tuit.
Según recogieron medios oficialistas, en el encuentro, el mandatario «compartió su visión sobre la actual realidad cubana e internacional y resaltó los esfuerzos realizados por Cuba para enfrentar el complicado contexto internacional, los efectos del bloqueo económico estadounidense y el complejo momento económico que vive la Isla por estos y otras razones,» dijo la subvencionada con petrodólares, Telesur.
El mandatario cubano resaltó que, ante la pandemia de la Covid-19 en la isla, «los científicos y el pueblo en general crecieron y buscaron alternativas, se crearon vacunas e incluso Cuba pudo brindar su ayuda a muchos países del mundo,» una de las pocas cosas de las que puede vanagloriarse el oficialismo cubano, sin mencionar la inmensa cantidad de cubanos que fallecieron por la poca previsión del gobierno, y el exceso de confianza en su sistema de salud, que colapsó de manera estrepitosa.
Al hablar de los problemas de Cuba, que no son pocos y parecen arrastrar al país a una crisis aún más peligrosa, dijo que «las soluciones a los mismos no son inmediatas, sin embargo, aseguró que hay confianza y capacidad para lograr un futuro mejor, a pesar de los ataques contra el país caribeño y la problemas internos que puedan surgir.»
El mandataro obvió por completo mencionar que el éxodo masivo de cubanos que está teniendo lugar en estos momentos pudiera echar por tierra cualquiera de los planes de su gobierno, pues la inmensa mayoría de los cubanos que están emigrando de la isla son gente joven; fuerza laboral activa. Gente que ya no quiere siquiera pensar en tener confianza, pues reconocen que su futuro en Cuba no tendrá bienaventuranzas, ni inmediatas ni siquiera lejanas y a largo plazo.
Díaz-Canel asistirá a la inauguración de un monumento al Comandante Fidel Castro Ruz el próximo martes 22 de noviembre, en la plaza que lleva el nombre del líder histórico de la Revolución en el distrito de Sokol; uno de sus últimos actos en Rusia antes de partir hacia China.
Allí, según Reuters, que cita a medios estatales chinos, Díaz-Canel estará del 24 al 26 de noviembre.
La visita de Díaz-Canel a China será por invitación del presidente Xi Jinping, informó el medio chino CCTV.
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