Efectivos de la PNR en Cuba han detenido a Norges Rodríguez, el presunto autor del asesinato de la tunera Dayami Hechevarría Rodríguez, una mujer de 39 años que fue encontrada muerta en Manatí, Las Tunas, aunque el diario Cubanet dijo que fue encontrada en Camajuaní, Villa Clara.
La información sobre la detención de Norges Rodríguez en La Habana fue dada a conocer por el diario independiente 14ymedio.
Norges Rodríguez, que había sido pareja de la víctima, ya estaba bajo sospecha por el crimen, con su rostro circulando en la web y entre los oficiales del MININT y de la PNR por todo el territorio tunero y nacional, tal y cómo se suele hacer en casos de este tipo.
Según las autoridades, la causa de la muerte de Dayami Hechavarría fue asfixia.
Walter Carballosa, quien también tuvo una relación con la víctima, confirmó que Norges Rodríguez fue detenido en La Habana y agregó que este tiene un historial de amenazas y maltratos hacia mujeres. En las redes, personas allegadas a él manifiestan que en una ocasión apuñaló a una ex pareja.
Dayami Hechavarría y Norges Rodríguez llevaban cuatro meses divorciados.
La víctima se convierte en el feminicidio número 56 en Cuba este año según cifras independientes.
Dayami había desaparecido hace varios días, y aunque había enviado un mensaje a sus hijas diciendo que estaba en la playa, la última ubicación de su teléfono, y el modo abrupto en que salió de la casa, sugirió siempre lo contrario.
Los feminicidios en Cuba se han convertido en un problema más grave aún en este 2023, año en que se han duplicado la cantidad de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas y ex parejas con relación a años anteriores.
Se trata de un delito que ha ido ganando más atención en los últimos años, y el país ha experimentado un aumento en estos crímenes violentos contra las mujeres, aunque aún no se ha tipificado como delito en el Código Penal vigente y recién aprobado.
Aunque el gobierno cubano ha anunciado «cero tolerancia» con la violencia machista, las medidas concretas para abordar el problema son insuficientes.
Tanto así que algunos feminicidios han ocurrido luego de denuncias de abuso, por parte de las víctimas hacia sus víctimarios, quienes en algunos casos han sido llamados a la policía, se le ha hecho una advertencia, en el «mejor» de los casos impuesta una multa, y de vuelta a la calle. Incluso a convivir en el mismo techo con la mujer abusada.
Una característica particular de Cuba es que durante mucho tiempo, los feminicidios no se nombraban como tal, lo que ha contribuido a la invisibilización del problema, y a la mala gestión por parte de la oficialidad.
Se tienen testimonios de mujeres abusadas y maltratadas que han sido cuestionadas incluso por oficiales de la PNR y el MININT, hombres en su inmensa mayoría, cuando han ido a hacer la denuncia.
En un caso que resume muy bien la inacción policial de las fuerzas del orden en Cuba, la joven cubana Leidy Bacallao fue asesinada en una estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Camagüey.
Bacallao, de 17 años, había ido a la estación buscando protección contra su exnovio, Elesvan Hidalgo, un hombre de 50 años con un historial problemático.
Poco después de su llegada, Hidalgo entró a la estación armado con un machete y amenazó de muerte a la joven en presencia de cuatro policías. Sorprendentemente, ninguno de los agentes actuó inmediatamente para proteger a la víctima.
Un disparo fue realizado contra Hidalgo, pero fue demasiado tarde para salvar a Bacallao.
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