La muerte de un recluso en Cuba presuntamente a manos de agentes del orden es noticia por estas horas.
Según una denuncia vista en redes sociales, a la que se acompañan varias fotografías, Roleivis León habría muerto a manos de sus captores, tras negarse a ingerir alimentos.
Roleivis, recluso en el centro penitenciario de Las Canaletas, Matanzas, otrora prisión militar a dónde llevaban todos los presos del Servicio Militar en la región central de Cuba, juzgados y condenados por delitos de deserción principalmente, se encontraba plantado desde hace varios días, negándose a ingerir alimentos.
Según la denuncia, el recluso se encontraba en la prisión por estar relacionado con un delito de salida ilegal del país.
En señal de protesta, se negó a ingerir alimentos, y presuntamente los guardias de la prisión le propinaron una golpiza en la cárcel.
De esta, el recluso fue sacado, en mal estado, con el presunto motivo de llevárselo para la prisión de Agüica, también en la provincia de Matanzas, Cuba, pero en su lugar fue llevado al hospital «Mario Muñoz Monroy».
Allí, dicen, fue aislado. Posteriormente, tras su muerte, afirman que no se dejó que nadie en la funeraria, donde lo velaron, pudiera tirar fotos al cadáver; lo que hace que el caso quede en un escenario más complejo y propenso a la especulación. Sin embargo, alguien filtró unas fotos tomadas al cadáver en el que efectivamente se aprecian señales de golpes.
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