Imágenes, testimonios… un cubano entrevistado en los EE.UU. asegura que a su hermano lo mataron en La Habana, y el portal 14ymedio divulga imágenes tomadas en Santiago de Cuba en las que se ve un hombre en el piso, con sangre en la parte posterior de su cabeza, inconsciente, mientras se escuchan gritos proferidos por varios cubanos donde se identifica una frase: «Lo mataron».
También en Batabanó y en La Güinera, presuntamente, según informan vía telefónica desde la isla, las brigadas especiales serían responsables de la muerte de al menos tres personas.
El artista cubano conocido como El Micha divulgó a través de su página de Instagram una denuncia sobre los sucesos en La Güinera, donde según otro testimonio llegado a este redactor por un trabajador de la cadena Telemundo, ayer se enfrentaron los residentes de la zona con las brigadas de Tropas Especiales.
El periodista cubano José Raúl Gallego abordó por su parte lo sucedido en Batabanó. De acuerdo con testimonios que le llegaron, ayer en la noche los residentes de esa localidad se enfrentaron a la policía. La zona se convirtió en una batalla campal.
El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel dijo ayer que «reprimirían con fuerza las protestas contrarrevolucionarias», y lo dijo en un país donde, ahora mismo, escuchar el tema Patria y Vida puede constituir, según el criterio selectivo de un triste ejecutante de la ley un acto contrarrevolucionario.
El gobernante aseveró que quien ataca a los policías cubanos ataca el corazón del país, pero las imágenes de ayer -por ejemplo- en que los policías son apedreados y los autos policiales son volcados, muy probablemente son el sentimiento de ira acumulado por miles de cubanos tras sucesivos ejemplos de brutalidad policial que han sido recogidos en redes sociales durante los últimos meses. Solo uno, que se conozca, ha llevado tras las rejas a los actuantes del orden; nos referimos al caso de la menor de edad violada en La Habana por dos policías.
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Las imágenes siguientes muestran la llegada al hospital de Cárdenas, en Matanzas, de un joven herido de bala. Las imágenes no pueden ser más dramáticas porque además del dramatismo que lleva implícito el testimonio, el herido llegó al hospital ¡en un coche tirado por caballos!, traído por sus propios amigos, quienes en sus gritos y malas palabras se percibe la verdad del abuso cometido contra el joven.
O esta otra denuncia muy similar.
Los cubanos se han cansado, y el régimen los está reprimiendo.
