Como si la Serie del Caribe no hubiera entristecido –e indignado- lo suficiente a los amantes del béisbol cubano, una mala noticia viste de luto al pasatiempo nacional: luego de varias semanas internado, este 10 de febrero murió Aquino Abreu, el único pitcher que ha lanzado dos juegos consecutivos sin permitir hits ni carreras en la historia de la isla.
“El destacado pelotero de Villa Clara Aquino Abreu falleció este viernes 10 de febrero en el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara, donde se encontraba ingresado desde el 29 de enero. Aquino Abreu, quien cumpliría 87 años el próximo 7 de marzo, tenía antecedentes de una enfermedad renal crónica, fue intervenido quirúrgicamente producto de un sangramiento digestivo, además de otras complicaciones y comorbilidades debido a su edad”, informó el comentarista radial y narrador deportivo Dairon Perez Urbano.
A finales de enero, el periodista Yasiel Porto alertó en redes sociales sobre el deterioro de la salud de Abreu (San Fernando de Camarones, 1936), e incluso compartió una grabación de una conversación telefónica con el expitcher desde la Sala de Nefrología del también conocido como “Hospital Nuevo”, de Santa Clara.
“Estoy un poquito mejor, compadre. Muchas gracias por interesarte. Estoy bastante mejor de acuerdo a como estaba. Quiero decirle a la afición de Cumanayagua que estoy mejor de la lesión, de esta enfermedad”, había dicho entonces Aquino al locutor Miguel León. Destacó además la solidaridad de personas que, sin conocerlo personalmente, le consiguieron seis frascos de vitamina K, medicamento en falta.
Aquino Abreu comenzó su famosa proeza con la franela del equipo Azucareros el 16 de enero de 1966, en el estadio Augusto César Sandino, de Santa Clara, y nueve días después repitió la faena en el Latinoamericano, de La Habana, pero no fue el único record. El 28 de diciembre de 1965, en un duelo entre Centrales y Orientales, lanzó 19 entradas y un tercio. Según el historiador Rogelio Letusé La O, Aquino se basó en curvas cortas, rectas pegadas y un estricto control para caminar aquel trayecto.
Hasta que Aquino lanzó sus dos “no-hitters” al hilo, el único que había logrado tal hazaña fue el estadounidense Johny Vander Meer con los Rojos de Cincinatti, en 1938, cuando anuló a los Bravos de Atlanta y los Dodgers de Los Ángeles en salidas consecutivas. Desde entonces, al menos en las Grandes Ligas, nadie volvió a lograrlo, lo cual pone de relieve el hito del cubano.
