En un reciente y trágico suceso en Miami, un hombre cubano acusado de asesinar a su hijo de 21 años en Kendall se ha declarado «no culpable». El incidente, que ha conmocionado a la comunidad, ocurrió a principios de noviembre y ha sido objeto de intensa cobertura mediática por lo extraño que ha resultado investigarlo.
David Contreras, de 52 años, enfrenta cargos por la muerte de su hijo Erik Contreras.
Según informes de la policía de Miami Dade, el padre habría disparado fatalmente a su hijo, un acto que ha dejado a la familia y a la comunidad en estado de shock y luto. La naturaleza exacta de las circunstancias que llevaron a este trágico evento aún está bajo investigación, pues el hombre no ha querido ofrecer declaraciones.
Una fuente consultada relacionada con el tema dijo que «no se sabe qué pasó ahí», aunque afirmó que tal vez el origen de todo sea porque la víctima tenía alguna condición médica.
«(…) estaba desequilibrado el muchacho, pero no se ha dicho más nada al respecto. Esa historia está rara,» dijo la fuente, una persona vinculada a los medios de comunicación en Miami y que ha estado siguiendo de cerca los acontecimientos relacionados con la muerte del joven; un hecho que aconteció escasas horas después de que un adolescente de Miami asesinara a su madre en Hialeah.
El caso – se pudiera decir que ambos casos – ha generado un debate en la comunidad sobre la violencia doméstica y las dinámicas familiares conflictivas. La declaración de «no culpabilidad» de David Contreras sugiere que el juicio explorará en profundidad las circunstancias que rodearon el incidente, incluyendo posibles motivaciones y el estado mental del acusado en el momento del crimen.
Y es que, en el caso del adolescente, este tampoco ha sido cooperativo con la policía.
Para enrarecer aún más el asunto, sus abuelos han abogado por él, calificándolo de un muchacho excelente, «el mejor nieto del mundo», pero nadie ha podido explicar – ni él mismo lo ha hecho – que lo motivó a asesinar a su madre; tal y cómo tampoco se ha revelado qué motivo a este padre a asesinar a su hijo para, al igual que hiciera el adolescente, llamar al 911 instantes después y entregarse a la policía.
