La reconocida artista plástica cubana Rachel Valdés ha regresado a la ciudad de Barcelona, después de que medios españoles reportaran que abandonó Madrid a causa de su ruptura con el famoso cantautor Alejandro Sanz.
Rachel Valdés acapara titulares por estos días, especialmente luego de que su ex pareja hiciera público que estaba atravesando por un brote depresivo, que inicialmente la prensa y sus fanáticos vincularon al fin del sonado noviazgo.
En Madrid, ciudad natal de Alejandro Sanz, ambos compartían casa desde 2019, aunque cada quien recorría el mundo: el músico con sus giras y la pintora con sus exhibiciones, siempre abarrotadas.
Por lo pronto, el cantante salió en defensa de la cubana y aclaró que su estado anímico no tiene nada que ver con la ruptura. En un breve mensaje, le deseó todo lo mejor y le recomendó que se enfocara en su trabajo, sin hacer caso a las críticas.
Rachel ha seguido su consejo y ha puesto tierra de por medio, viajando a otra ciudad y manteniéndose en silencio. La escultora ahora se encuentra en Barcelona desde el domingo pasado. De hecho, ella vivía allí cuando conoció a Sanz.
Según reporta la revista Vanitatis, Rachel Valdés estudió en Barcelona; fue en esa ciudad donde se casó con el padre de su hijo y se le abrieron las puertas como artista en España, donde domicilió su primer estudio profesional.
Por ahora, se desconoce si su intención es quedarse allí o pasar solo una temporada, pero dado que tiene una vivienda en propiedad desde julio de 2019, puede decidirse por cualquiera de las dos opciones.
Su apartamento, recuerda la revista, está ubicado en una de las calles más céntricas y reconocidas de Barcelona; es un séptimo piso del que es la única propietaria y tiene una superficie de 129 metros cuadrados y cuatro dormitorios.
Esa no es su única propiedad, también en el 2019 firmó la compra de un local con la idea, según fuentes consultadas por Vanitatis, de que fuera su taller oficial, antes de conocer a Alejandro Sanz y de que su vida y sus planes se trasladaran a Madrid.
El local, que también tiene una ubicación muy céntrica, setecientos diez metros cuadrados y dos plantas, permanece alquilado y con un negocio en activo. Esto supone, sin duda, una buena suma de dinero para la cubana, pues el precio de alquiler en la zona en la que está ubicado ronda los 10 euros por metro cuadrado, lo que le supondría entre 5.000 y 6.000 euros mensuales de arrendamiento.
En mayo, Rachel Valdés presentó la exposición “Piscinas” en la galería La Cometa, en la que llevaba trabajando más de diez años.
