El pasado 30 de mayo de 2024, Mercy Kealey, la cubana Directora de Asistencia de Matrícula y Planificación de Inscripciones en McCallie, consiguió por fin la ciudadanía estadounidense después de 57 años viviendo en Estados Unidos como residente registrada. Este logro marcó el fin de una larga espera y un sueño largamente postergado.
Kealey, residente de Signal Mountain, compartió con Chatanogaan su emoción por el evento.
“Me levanté a las 5:15 de la mañana y estaba en el Memorial Auditorium a las 6:50. La ceremonia no comenzó hasta las 11, pero ahora me siento libre, muy libre”, dijo.
El viaje de esta cubana a la ciudadanía estadounidense comenzó en 1967 cuando llegó a Estados Unidos desde Cuba siendo apenas una niña de 4 años y medio. Cuando llegó traía su nombre de pila: Mercy Rodríguez. Luego se casó y adquirió el apellido de su esposo.
Durante años, Kealey se sintió como una extranjera, especialmente al viajar, ya que las autoridades de otros países la hacían sentir como una ciudadana de segunda clase.
A pesar de sus sentimientos de no pertenencia, no tomó la decisión de convertirse en ciudadana hasta un viaje a Canadá en 2020. Con 58 años y 17 años de trabajo en McCallie, decidió que ya no quería llevar encima una tarjeta verde.
Fue entonces que la cubana con nombre norteamericano inició el arduo proceso de convertirse a la ciudadanía estadounidense, culminando en la ceremonia del miércoles, donde fue la undécima persona en recibir su certificado de ciudadanía entre 398 personas de 88 países.
“Once es mi número de la suerte”, comentó Kealey, señalando que la letra ‘K’ es la undécima letra del alfabeto. Estaba especialmente contenta de poder agregar su apellido de soltera, Rodríguez, a su nombre oficial, que ahora es Mercy Rodriguez-Kealey. Esto no era posible mientras era residente registrada.
El evento fue aún más especial gracias al apoyo de 25 compañeros de trabajo de McCallie, quienes asistieron para celebrar con ella. Entre ellos, Troy Kemp, antiguo miembro del personal de McCallie, quien condujo desde Atlanta para estar presente. “Mercy es como familia. No podía perderme este momento especial después de todo lo que ha hecho por mí”, dijo Kemp.
Kealey recordó su llegada a Estados Unidos en 1969, cuando tenía solo 4 años y medio.
Una foto de ese día (click en el enlace) muestra a la pequeña Mercy con una muñeca, su única posesión permitida. Trágicamente, y fiel a su estilo represor de toda la vida, soldados cubanos destruyeron la muñeca que ella se llevaba de Cuba como último y único recuerdo de su vida en la isla, antes de que la entonces niña abordara el avión. Sin embargo, su familia en Estados Unidos le tenía otra muñeca esperándola.
Durante 57 años, Kealey vivió como residente permanente, sin poder votar ni viajar libremente. Al hablar sobre su nuevo estatus de ciudadana, expresó su alegría por poder participar en las próximas elecciones.
“No hay palabras para describir la alegría que siento al saber que usaré una pequeña calcomanía de ‘Yo voté’ en la próxima elección”, dijo.
La celebración continuó en el campus de McCallie, donde sus amigos y colegas la recibieron con una fiesta en su honor. Ahora, como ciudadana estadounidense, Mercy Kealey siente que finalmente pertenece a este país que ha sido su hogar durante más de medio siglo.
tal vez quieras leer: Hija de Oshun y de padre cubano: Ivanna Jiménez, la concursante más joven del Top Chef VIP 3ra temporada