El gobierno cubano anunció la suspensión de las actividades docentes y laborales que “no sean imprescindibles” de este viernes y este sábado en un intento por reducir el consumo de electricidad, tras dos días de apagones que han dejado a más de la mitad del país a oscuras.
De acuerdo con una nota informativa del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, esta medida drástica, aunque no nueva, se ha tomado teniendo en cuenta “la situación energética que afronta Cuba” y con “el objetivo de contribuir al necesario ahorro en el consumo de energía eléctrica para atenuar las afectaciones a la población”.
“Como es habitual en estos casos, se mantienen los servicios básicos a la población”, apuntó el comunicado.
Mientras, “los trabajadores que derivado de esta situación no asisten al trabajo, reciben una protección equivalente al salario escala del cargo que ocupan, en correspondencia con lo establecido en el Código de Trabajo”, aclaró el municipio.
Hay que tener en cuenta que, con un déficit energético del 56% millones de cubanos enfrentan cortes de luz que afectan la cocción de alimentos, el bombeo de agua y las telecomunicaciones, fundamentalemente durante las horas pico.
Por otro lado, la crisis energética se ha visto agravada por las averías en varias centrales termoeléctricas y la falta de combustible, lo que ha afectado incluso a las plantas flotantes alquiladas a Turquía.
A tenor con lo que han denunciado numerosos usuarios en redes sociales, los apagones son más prolongados fuera de la capital, mientras en la capital la electricidad va y viene cada tres horas.
De igual forma, no pocos de estos internautas han mostrado su descontento por permanecer hasta 26 horas seguidas sin electricidad, mientras el gobernante Miguel Díaz-Canel inauguraba la edición 33 de la Feria Internacional del Libro de La Habana
No se debe olvidar que el año pasado Cuba sufrió tres apagones nacionales, el primero en octubre y los otros dos en noviembre y diciembre.
En cualquier caso, la situación podría empeorar en los próximos meses, especialmente en verano, cuando el consumo eléctrico se dispara.