El Gobierno de Cuba prorrogó del 1 de julio al 31 de diciembre de 2023 de la importación sin carácter comercial, ni límites en su valor, de alimentos, medicamentos y aseo, todo exento de pagos de aranceles aduaneros.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, defendió en rueda de prensa una medida que fue promulgada en 2021, casi inmediatamente después de las protestas antigubernamentales del 11 de julio, para paliar el déficit de bienes y servicios, relajando el ingreso al país de esos productos.
Entre las regulaciones destaca que la exención de pago de aranceles hasta 20 kilogramos (que equivalían a 200 dólares) se extenderá a 50 kg (500 USD). A su vez, queda autorizado el envío de los productos como carga, sin acompañante alguno.
“Los alimentos, aseos y medicamentos contarán con un límite de 20 kilogramos y, para que queden exentos de los aranceles aduaneros, deberán venir separados, no mezclados con otros equipajes”, reportó el portal oficialista Cubadebate.
Según el medio, cuando se importen por alguna transitoria aérea, marítima o postal, pueden llegar a pesar hasta 50 kilogramos.
Con esta nueva disposición, las autoridades permitirán que se puedan enviar a Cuba electrodomésticos no presentes en el mercado nacional, como televisores de pantalla plana de 32 hasta 42 pulgadas.
Yamila Martínez, directora de Procesos de la Aduana General de la República, dijo que la disposición contribuirá a aliviar la congestión de equipajes en las terminales aeroportuarias y facilitará el control, al disponer los agentes de más tiempo para el despacho.
Se ratifica, además, la exención del pago de aranceles por los primeros 30 dólares del valor o su peso equivalente hasta 3 kilogramos del envío, y la aplicación al exceso de este de la tarifa arancelaria aprobada del 30 por ciento.
La directora jurídica del Ministerio de Salud Pública, Dagmara Cejas, agregó que podrán importarse, además de los medicamentos, insumos, equipos médicos y aditamentos para personas encamadas o con alguna discapacidad.
Regueiro Ale reiteró que estas importaciones no son para la comercialización, pues los nuevos actores económicos, como las PYME’s, tienen sus regulaciones para importar.
El funcionario admitió que, ante el encarecimiento global de los precios, el Estado cubano no ha sabido satisfacer las necesidades de la población y garantizar el desarrollo económico y social del país.
Igual, le pidió “responsabilidad” a las personas que deseen importar estos aditamentos, y advirtió del peligro de emplear estos productos de manera arbitraria para evitar riesgos, por ejemplo, con las medicinas.
Como pasa desde hace un tiempo, la diáspora cubana con sus remesas o envíos abastece a la población de medicamentos, comida y productos de aseo, que solo pueden adquirirse en tiendas estatales a precios impagables para muchos y en moneda libremente convertible (MLC).
