El periodista deportivo Francys Romero publicó en su blog beisbolfr.com que, según “fuentes cercanas a la situación”, el equipo de Cuba no participará en el Mundial sub-18 convocado por la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, siglas en inglés) para desarrollarse del 9 al 18 de septiembre próximos en las ciudades de Sarasota y Bradenton, en La Florida, Estados Unidos, para evitar más fugas masivas y escandalosas de peloteros como las sucedidas en eventos recientes.
En 2021, la Federación Cubana de Béisbol renunció a su participación en este mundial, alegando la tensa y compleja situación con la pandemia de la Covid-19, pero Romero opina que “las fugas en el pasado Preolímpico de las Américas y la presión mediática son quizás las principales razones de la ausencia de Cuba en este torneo Sub-18”.
Tal decisión “no muy bien justificada tiene otras desventajas que afectarán a la misma Federación de Cuba”, argumenta Romero. “La no participación hará que Cuba baje algunos escaños en el ranking de la WBSC cuando no pueda puntear en este importante torneo”, para el empeoramiento de la ya deficiente posición que ocupa Cuba en el panorama global de este deporte, en comparación con décadas, pasadas, cuando reinaba indiscutiblemente.
Esta decisión no confirmada aun por las autoridades deportivas cubanas, delata una postura desesperada ante la incapacidad de retener a los peloteros, o bien en el país, o bien contratados en equipos profesionales de otras naciones bajo el control de la Federación y el INDER como sus representantes y receptores directos de los salarios pactados.
En junio de 2021, el segunda base César Prieto, los lanzadores Lázaro Blanco y Andy Rodríguez, y el psicólogo Jorge Sile, desertaron del equipo Cuba que participó en el Preolímpico de Béisbol desarrollado también en La Florida. Entre los últimos días de septiembre y los primeros de octubre, el drenaje del equipo Cuba que participaba en el Mundial Sub-23 con sede en México alcanzó dimensiones nunca vistas, con la fuga de 12 jugadores, justo la mitad del equipo.
El periodista Francys Romero siempre ha sido una voz muy fidedigna a la hora de anunciar estas fugas, adelantándose a comunicados oficiales o de otros medios de prensa. En días previos a este certamen, las autoridades deportivas cubanas habían hecho firmar a los peloteros compromisos con el gobierno y el Partido Comunista, además de descartar a varios jóvenes con resultados preeminentes a favor de otros que eran más “patriotas” pues no solo se trataba de méritos deportivos sino políticos principalmente.
Esta estrategia tuvo un evidente resultado desastroso para Cuba, cuyas mayores promesas deportivas ya apenas llegan a vestir brevemente los colores del país, emigrando para otras naciones donde buscan mejores oportunidades para prosperar con sus talentos sin la influencia del gobierno de la isla.
