La inflación interanual en Cuba subió hasta el 135% en los últimos meses y esta semana la isla se colocó en el segundo puesto del escalafón mundial de países con peor inflación, sólo por detrás de Zimbabue, de acuerdo con estimados de Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins.
«El colapso económico no conoce barreras en el paraíso comunista de Cuba. Cuba llega al segundo puesto en la escala de inflación de esta semana. El 18 de agosto, medí la inflación de Cuba en un impresionante 135%», escribió el reconocido experto en Twitter.
En junio pasado, el propio economista estadounidense estimó la tasa de inflación anual de Cuba en un 73.31%. “Tasas de inflación como esta hacen que los gobiernos, incluso las dictaduras comunistas, sean vulnerables”, opinó en ese momento.
En medio de la más profunda crisis económica de los últimos 30 años y en plena recesión a causa de la pandemia de COVID-19, el gobierno cubano decidió aplicar una reforma llamada Tarea Ordenamiento que enterró el valor del peso y empeoró el nivel de vida del pueblo.
A la endémica escasez de alimentos y otros productos vitales se sumó un alza de precios que dejó en saldo negativo el aumento de los salarios estatales y las pensiones implementado como parte de la iniciativa gubernamental, que tomó una década de estudio y preparación.
En ese contexto, y con las arcas carentes de las divisas que antes recaudaba a través del turismo, el gobierno optó por dolarizar un por ciento mayoritario de la red de tiendas estatales en detrimento de los asalariados, al tiempo que desarrollaba una campaña contra los “precios abusivos” en el sector privado, haciendo la vista gorda a los precios de los comercios bajo control de empresas estatales.
Las nuevas tiendas que comercializan sus productos en moneda libremente convertible (MLC) se multiplicaron por toda la isla, dejando muy pocas opciones de consumo a los trabajadores y pensionados que no reciben remesas.
A inicios de agosto el Banco Central de Cuba devaluó un 500% el peso cubano para comenzar a implementar el mercado cambiario de divisas y 20 días después, este martes, comenzó a vender monedas extranjeras a personas naturales con una tasa de 123.60 CUP el dólar, y un límite de compra per cápita de 100 USD o su equivalente en otras divisas.
