La tasa de inflación en Cuba ha alcanzado el 73.31 % de acuerdo con mediciones realizadas por el profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins, Steve Hanke.
“Hoy, mido con precisión la tasa de inflación de Cuba en un impactante 73.31%/año. Tasas de inflación como esta hacen que los gobiernos, incluso las dictaduras comunistas, sean vulnerables”, escribió este domingo en su cuenta de Twitter el destacado economista estadounidense.
En marzo pasado, Hanke ubicó a la isla como el país más miserable del mundo de acuerdo con su Índice Anual de Miseria de Hanke (HAMI, siglas en inglés).
El listado se basa en las condiciones de vida de la población sumando las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios de fin de año, menos el cambio porcentual anual en el PIB real per cápita.
De acuerdo con la fórmula elaborada por el economista, al cierre de 2021 la inflacion en Cuba alcanzó el 1221.8%, el desempleo (3.7%) y el interés nominal (2.3%), mientras que el producto interno bruto por habitante se situó en el 0.2%.
Entretanto su par cubano, Pedro Monreal, calculó la inflación interanual de la isla para el mes de mayo en un 26%, lo que confirma la caída de la capacidad de compras de los asalariados cubanos en alrededor de una cuarta parte respecto a 2021.
“La pérdida de poder adquisitivo es peor en el caso de la alimentación debido a una inflación interanual de 43% en los alimentos. Con esos datos y sin más dilación se necesitan acciones de política económica para recuperar poder adquisitivo en Cuba”, expresó el experto en su perfil de la propia red social.
En opinión de Monreal, para mejorar el poder adquisitivo de los cubanos se requeriría de un paquete económico que frene la inflación y al mismo tiempo eleve los salarios y pensiones, aunque consideró que el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel cuenta con poco margen de maniobra en ambas dimensiones.
“El fracaso del ‘ordenamiento’ es causa importante del reducido espacio para un programa de recuperación del poder adquisitivo en Cuba. Su deficiente secuencia obstaculiza respuesta de oferta y la monetización de un gran déficit limita nuevos gastos y alimenta la inflación”, explicó.
