En un escenario marcado por el aumento de la violencia, el deterioro económico y la ineficiencia gubernamental, Cuba enfrenta una de las peores crisis de su historia reciente. La combinación de factores como la espiral de criminalidad, la pobreza extrema y el desplome de la infraestructura básica está empujando a más cubanos a abandonar la isla; algunos incluso logran ver la muerte de cerquita – otros incluso la conocen – como le sucedió a cinco cubanos cerca de Islamorada la pasada semana.
Violencia y descomposición social
Según el politólogo Dimas Castellanos, la violencia y la impunidad que caracterizan la Cuba actual «no tienen antecedentes en nuestra historia». Esta situación, analizada en el programa Los Puntos a las Íes de Diario de Cuba, refleja cómo el crimen ha desbordado la esfera política para convertirse en un problema social generalizado. Castellanos compara el momento actual con episodios de corrupción en la República, pero destaca que la violencia de hoy supera cualquier precedente histórico fuera de contextos de guerra, como la reconcentración de Valeriano Weyler en 1896.
El abogado Edel González resalta que la ineficacia de las instituciones judiciales genera una percepción de impunidad que impulsa a los ciudadanos a tomarse la justicia por sus manos. Desde robos y hurtos hasta actos de violencia doméstica, muchos delitos quedan sin resolver, exacerbando la descomposición social. Roberto Álvarez Quiñones, periodista, subraya que esta situación no es casualidad, sino una consecuencia directa de las políticas revolucionarias que han degradado las condiciones de vida de los cubanos, alimentando el «sálvese quien pueda».
Crisis económica sin fin
En el ámbito económico, Cuba es la única economía de América Latina que seguirá decreciendo en 2025, con una proyección de -0,1% del PIB, según datos de la Cepal recogidos por 14ymedio.
Este retroceso se suma al -1% registrado en 2024, una caída que solo comparten Argentina y Haití. La inflación, la devaluación de la moneda y la escasez de productos básicos han exacerbado la pobreza, mientras que las promesas oficiales de «recuperación» mediante el turismo y las exportaciones carecen de credibilidad.
El deterioro del fondo habitacional agrava la crisis. De acuerdo con Cubanet, que recoge datos aportados por la directora general de la Vivienda, Delilah Díaz Fernández, durante las intervenciones de funcionarios cubanos en el último período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, más del 35% de las viviendas en Cuba se encuentra en mal estado técnico, y miles de hogares dañados por huracanes y terremotos siguen esperando una solución. El Estado incumple sistemáticamente sus planes de construcción de viviendas, lo que incrementa el déficit habitacional a niveles insostenibles.
El éxodo como única salida
Ante este panorama desolador, la emigración masiva se ha convertido en la única opción para cientos de miles de cubanos. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., más de 200.000 cubanos cruzaron la frontera estadounidense en 2024, según recoge 14ymedio en otra publicación.
Este éxodo supera la capacidad de los sistemas migratorios en América del Norte y exacerba las tensiones en la región.
El endurecimiento de las políticas migratorias en EE.UU. y México no ha frenado a los migrantes cubanos, quienes enfrentan riesgos extremos en su travesía. Desde sobornos a agentes de migración hasta la exposición a redes de tráfico humano, el costo humano del éxodo es altísimo.
A pesar de esto, las cifras reflejan que los cubanos siguen huyendo, impulsados por la desesperación y la falta de oportunidades. E incluso, a sabiendas que los retornarán ipso facto a la isla, el número de balseros también se ha incrementado.
Según un comunicado emitido ayer, la Guardia Costera repatrió a 43 migrantes a Cuba tras dos intercepciones en los Estrechos de Florida. La cifra corresponde a dos interdiciones, una hecha por un avión de la estación de Miami que detectó una embarcación el pasado 11 de diciembre, mientras que la otra corresponde al rescate, hecho por un buen samaritano tras el naufragio de otra embarcación improvisada cerca de Islamorada en la que viajaban cinco cubanos.
#DontTakeToTheSea 🚫🌊 @USCG cutter Paul Clark’s crew repatriated 43 migrants to Cuba, Wed., following interdictions of 2 separate unlawful maritime migration attempts in the Florida Straits. #NoTeArriesgues@USEmbCuba #OVS
— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) December 18, 2024
📰🔗: https://t.co/uESUIRYNSp pic.twitter.com/YSx6XHy0rW
Cuba: la isla del futuro incierto
El colapso institucional, económico y social de Cuba no muestra signos de revertirse a corto plazo. La combinación de pobreza extrema, violencia y falta de confianza en las autoridades ha sumido al país en una crisis sin precedentes. Mientras tanto, la emigración masiva no solo desangra al país de su fuerza laboral y talento, sino que también subraya el fracaso absoluto de las políticas gubernamentales.
Cuba se enfrenta a un dilema existencial: o reforma profundamente su modelo político y económico, o seguirá perdiendo a su pueblo en un éxodo imparable. Las palabras de Castellanos, González y Álvarez Quiñones resuenan como un eco sombrío de una realidad que parece no tener fin. Si el Gobierno no actúa con determinación, el éxodo seguirá marcando el destino de la isla, dejando atrás un país cada vez más vacío y más roto.
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