Aún se desconoce quién es y qué sucedió con él, pero las imágenes no mienten. Un policía fue visto borracho en la calle, y según la activista Michaela Días García «se quitó el uniforme, quedándose en pantalón y pullover de civil» al tiempo que celebraba que, sin uniforme, podía seguir tomando. Todo esto, con la patrulla detrás.
La escena es muy ilustrativa de cómo actúan en ocasiones quienes se supone estén para prevenir los delitos; robos y asaltos. Al ver la deleznable escena uno hasta llega a una respuesta de por qué los delitos están en auge en Cuba. Mientras los policías hostigan y vigilan activistas – y otros se emborrachan en la calle – los delitos están en aumento.
El activista cubano Alejandro Garlobo, recientemente liberado de prisión, fue atacado con un arma blanca por un individuo no identificado. El ataque tuvo lugar después de que Garlobo saliera de la casa de unos amigos y el agresor, visiblemente enfurecido, le causó una herida profunda antes de huir en un vehículo que lo esperaba.
Se desconoce la identidad del agresor. El joven ingresa así en la lista de ataques «extraños» y no resueltos, que han sufrido opositores y activistas, sin que se haya resuelto, por parte de la policía, uno solo de esos casos.
También en Trinidad, provincia de Sancti Spíritus, el tío de un joven recientemente asesinado, puso en duda la eficiencia policial.
El familiar del joven hizo un llamado en un video publicado en redes sociales, en el que exigió justicia y pidió al presidente Díaz-Canel que viera el video.
Según se conoce, el joven de 19 años fue atacado por unas cinco personas en una fiesta, sufriendo puñaladas y golpes, y finalmente falleció en el Hospital General de Trinidad.
El tío reveló detalles del crimen y expresó su deseo de que se haga justicia. Además, destacó la falta de información sobre el proceso y la necesidad de esclarecer el caso.
En otro hecho de violencia, que esta vez habla bien y mal de la policía en la isla, las autoridades policiales lograron el arresto de Yoel González Figueroa, un expolicía, presunto responsable de un espantoso crimen ocurrido en la provincia de Artemisa, Cuba, cuando el custodio de una finca, identificado como Eduardo Enamorado Pérez fue quemado vivo mientras se encontraba trabajando.
Según se ha revelado, presuntamente se trata de una venganza enmascarada en un robo, pues González Figueroa, quien previamente trabajó en la finca, fue despedido después de una denuncia que hiciera la víctima.
Fuentes independientes y el influencer Niover Licea fueron quienes revelaron que González Figueroa había sido ex policía, pues el post «oficial», de un perfil en Facebook no dijo nada de esto.
Niover dijo además que González Figueroa confesó el crimen, que presuntamente fue ejecutado con la ayuda de dos cómplices, que también fueron capturados.
El cruel asesinato quedó registrado en videos de cámaras de vigilancia en la casa de González, generando conmoción y repudio.
Activistas locales, como Diasniurka Salcedo Verdecia, lamentaron la tragedia y señalaron que la finca había sido previamente saqueada, lo que llevó a la instalación de cámaras de seguridad y la contratación de Eduardo Enamorado.
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