La emigración cubana hacia los Estados Unidos es un fenómeno histórico. La “ciudad mágica” ha sido la casa de muchos cubanos durante más de cinco décadas. Actualmente, una gran cantidad de cubanos llegan a Miami debido, entre otros factores, al incremento de la crisis económica en la isla caribeña, y en sus calles se empiezan a ver elementos culturales bastante curiosos.
Hace unos meses las “motorinas” eran el centro de atención; hace unas semanas un joven circulaba en carretón de caballo y despertó el debate en las redes. Más allá de lo gracioso de la estampa, el joven tuvo que aclarar que él era nacido en Miami, pues muchas fueron las personas que lo acusaron “de estar acabado de llegar” por salir en dicho transporte.
La idea de que los cubanos acabados de llegar deben “civilizarse” no es un sentimiento solo de aquellos que ya llevan tiempo en Estados Unidos, sino de cualquier emigrante que lleva ya tiempo en cualquier otro país, lo que sucede es que muchos en la ciudad norteamericana han exclamado con verdadero desdén que esta oleada de cubanos que está llegando a Miami, significaría un atraso para la ciudad.
Otro ejemplo concreto fue un cubano con un típico carrito de granizado en Hialeah. En ese sentido el activista Héctor Luis Valdés Cocho expresaba en su perfil de Facebook: “La foto y tema del día es la de este cubano y su carrito de granizado en Hialeah. Muchísimos paisanos salen a las redes asombrados e insultados porque no creen correcto que este señor tenga su negocio y que se gane la vida honradamente. Opiniones como: ¿A dónde vamos a parar? ¡Ya esto es Cuba! Seguro es un recién llegado que trae las malas costumbres de allá para este grandioso país.”
El proceso de emigrar es un momento bien difícil en la vida de las personas, no solo es cómo llegar al destino que se elige, sino la adaptación al nuevo lugar, la posibilidad de conseguir un trabajo honesto, a veces muy diferente al que se tenía en Cuba, y dado que son cada día más los cubanos que pasan por este camino, no debería ser tan fácil levantar la voz para “criticar” a ese que está viviendo lo mismo que vivieron otros hace un tiempo.
En ese sentido Valdés Cocho reflexionaba: “yo acá no veo ningún bochorno, veo a un hombre luchador, un emprendedor, una persona como muchos que llegamos a este país con ansias de avanzar. Al parecer los que critican llegaron con un contrato firmado en Mercedes Benz o con acciones en la bolsa de Wall Street.”
