En Tesalónica, Grecia, dos hombres pakistaníes han sido condenados a cadena perpetua, más 16,5 años adicionales, por la violación en grupo de una mujer cubana de 26 años.
La violación tuvo lugar frente a la pareja de la mujer el pasado 14 de enero de 2022, en una casa abandonada en las Zonas de Kilkis, después de que la pareja y otras tres personas cruzaran la frontera griega desde Macedonia del Norte. Un tercer acusado fue condenado a 21 años y seis meses de prisión (con suspensión de 20) por robo y complicidad en la violación.
Según se escuchó en el tribunal, los acusados se encontraron con el grupo en el camino y, armados con pistolas, los condujeron a un lugar desierto. Después de robarles sus pertenencias, llevaron a la fuerza a la mujer de 26 años a la casa abandonada y la violaron. Durante todo el incidente, la pareja de la mujer fue retenida bajo amenazas de violencia y golpeada con un bate cuando intentaba resistirse
En sus testimonios, el primer acusado admitió el robo pero negó la violación. El segundo acusado negó cualquier participación y el tercero afirmó que el acto sexual fue consentido. Sin embargo, el tribunal declaró culpables a todos los acusados.
La pareja logró continuar su viaje hasta el hotel donde se hospedaban y llamaron a la policía cuando vieron a los perpetradores al día siguiente. Uno de ellos fue detenido por la pareja y sus compatriotas hasta que llegó la policía y los detuvo, dijo el medio Greek City Times.
Mujeres migrantes son violadas en el mundo entero
Existen cientos de reportes de abuso sexual que involucran las denuncias de violaciones de mujeres migrantes., algunas de ellas cubanas, en lugares, como la jungla del Darién.
Según señala LA Times en un artículo publicado en octubre de 2021, una migrante cubana, identificada como Liseydis Martínez narró a la agencia AP que fue durante su estancia en Darién «vio llegar a dos amigas cubanas sangrando, llorando y contando que fueron violadas.»
“A mí gracias a Dios no me pasó, pero en el grupo que venía atrás venían cuatro cubanas y dos de ellas que llegaron ayer (viernes), las violaron y a una niña de 13 años haitiana, ¡Por Dios, es horrible!”, señaló esta cubana.
Otra cubana, Solange, de 21 años, dijo ser testigo de que a un grupo de personas que viajaban con ella, fueron asaltadas.
“Les quitaron todo, dinero, celulares. Luego se llevaron a las muchachas detrás de unas matas. En el grupo escucharon los gritos (de una de las mujeres violadas)”, recogió sus declaraciones Médicos Sin Fronteras.
La Organización – dijo El País en una nota fechada en agosto de 2021 – «ha recopilado testimonios de la aterradora ruta que han atravesado miles de migrantes haitianos, en su mayoría, pero también cubanos, africanos y venezolanos.
«Al menos 88 de ellas han reportado haber sido agredidas sexualmente al ser registradas en busca de dinero y con frecuencia, haber sido objeto de violación, al llegar a Bajo Chiquito, la primera población que encuentran los migrantes en Panamá, donde están siendo atendidas,» expresa el diario español.
En febrero de ese propio año, Diario de Cuba pudo conversar con una cubana que fue violada junto a una compañera de viaje en el Darién.
«De un platanal salieron seis indígenas armados con machetes, nos taparon la boca y a la fuerza nos llevaron adentro de las matas. Nos quitaron los pasaportes y nos arrancaron la ropa mientras nos decían ‘si gritan, les cortamos la garganta’. Ellos sabían que nuestros amigos iban adelante.
«Mi mente quedó en blanco desde el primer momento. Solo recuerdo sus carcajadas mientras nos violaban», añadió la cubana que pidió no se revelara su nombre. Afirmó que, no obstante, su mayor dolor es la actitud de las autoridades panameñas: «No hacen nada. Son una banda de indígenas que roban a todo el que pasa pasaporte, teléfono y hasta comida. No hemos recibido ayuda psicológica ni médica especializada», expresó al medio independiente cubano.
No menos impactante es el relato de esta migrante venezolana. Ella fue violada por 7 hombres en la travesía por el Darién.
Tal vez el crimen más horrendo de todos fue el de la migrante cubana Edelvis Martínez que fue violada y degollada por dos hombres colombianos en la selva de Darién en el año 2016.
Edelvis fue asesinada junto a otro joven. La pareja de Edelvis, quien presenció lo sucedido y logró escapar y reportar a las autoridades lo sucedido, fue clave en la captura de los autores del horrendo crimen.
Los hechos ocurrieron cuando los tres migrantes trataban de atravesar desde Colombia a Panamá y pagaron cada uno 1,500 dólares a los traficantes de inmigrantes, que luego exigieron más dinero, y terminaron perpetrando el asesinato.
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