Joe Biden pidió apoyo en su discurso de anoche, al pueblo norteamericano; y les recordó que, en tiempos de guerra y paz, crisis y calma, esa nación ha desempeñado un papel central en la configuración del orden mundial.
En un momento crítico para la diplomacia estadounidense, el presidente Joe Biden se dirigió a la nación desde el Despacho Oval, articulando una postura firme sobre los conflictos en curso en Israel y Ucrania y subrayando el papel crucial de Estados Unidos en la preservación de la estabilidad global. Su discurso, que llega en un momento de incertidumbre y tensión, ha generado una amplia gama de respuestas, destacando la complejidad de la situación internacional actual.
Biden, en su discurso, enfatizó la necesidad de apoyo estadounidense tanto para Israel como para Ucrania, dos naciones actualmente envueltas en conflictos bélicos. Con Hamas e Israel en un estado de guerra abierta y Ucrania luchando contra la agresión rusa, el presidente argumentó que la asistencia de Estados Unidos es más que una cuestión de alianzas; es una cuestión de seguridad nacional.
El presidente no se limitó a generalidades; expresó su intención de solicitar al Congreso miles de millones en ayuda, subrayando que el apoyo a estas naciones es «vital» para la seguridad de Estados Unidos. Esta postura representa un punto de inflexión en la política exterior estadounidense, una que reconoce los rápidos cambios en el escenario mundial.
Sin embargo, no todo el discurso se centró en la política exterior. Biden también tomó un momento para abordar una tragedia más cercana a casa, condenando el asesinato del joven palestino-americano Wadea Al-Fayoume. En un gesto de condolencia, el presidente llamó a la familia del niño después de su discurso, un acto que humaniza las a menudo impersonales maquinaciones de la política.
Las reacciones al discurso fueron variadas. Sorprendentemente, Fox News ofreció elogios, una rareza dada su habitual crítica al presidente. Sin embargo, otros comentaristas han sido menos favorables, con algunos argumentando que el discurso representó un paso adelante y otro atrás.
Amnesty International USA respondió también, con su director ejecutivo, Paul O’Brien, emitiendo una declaración. Aunque los detalles de la declaración no se compartieron, la implicación es clara: el mundo está observando, y la política exterior de Estados Unidos está bajo un microscopio. ¿Por qué? Pues porque entre otras cosas, Biden, que ha sido duramente crítico con Vladimir Putin y Rusia, por sus bombardeos a civiles en Ucrania, ha sido particularmente «recogido», en cuanto a condenar a Israel por la muerte de civiles en la franja de Gaza.
En un momento de su discurso, Biden declaró: «Me niego» a permitir que Hamas y Putin ganen, una línea que encapsula su postura decidida. Esta firmeza fue evidente a lo largo de su alocución, mientras intentaba moldear la influencia estadounidense en las guerras en Ucrania e Israel-Hamas.
El discurso de Biden, aunque controversial, subraya un punto esencial: en su opinión, Estados Unidos «mantiene unido al mundo». En tiempos de guerra y paz, crisis y calma, esta nación ha desempeñado un papel central en la configuración del orden mundial. Con su reciente dirección, el presidente Biden ha reafirmado ese papel, aunque el verdadero impacto de sus palabras aún está por verse.
Vea el discurso:
Con información de: Fox News, The Washington Post, POLITICO, The Daily Beast, Newsweek, WLS-TV, Amnesty International USA, Axios, Hollywood Reporter, The New York Times, ABC News, CNN, Sky News y National Review.
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