Una nave aérea de la Guardia Costera de los EE.UU. encontró durante una operación de rutina el pasado fin de semana -viernes – a un grupo de migrantes que llevaba ocho días en una isla deshabitada, sin agua ni comida. A juzgar por las características de la embarcación, por el color de la piel de algunos de ellos, y por el conteo de un parte de la Guardia Costera, no serían migrantes haitianos, sino los conocidos como balseros cubanos.
Un reporte de CNN elaborado por la periodista Ana María Mejía, señala que debido a que cerca de la zona no se encontraba ninguna embarcación de la Guardia Costera, los migrantes fueron rescatados al otro día, según confirmó la propia Guardia Costera a CNN el lunes.
Anteriormente a eso, el sábado, los Guardacostas anunciaron vía Twitter que estos inmigrantes habían sido transferidos en uno de dos operativos que se llevaron a cabo el día anterior en el Atlántico.
En el mensaje de confirmación el lunes a CNN, dijeron que estos «probablemente serán transferidos en el futuro cercano” a las autoridades de las Bahamas. CNN precisa que por el momento, se desconoce donde se encuentran.
El reportaje de CNN destaca que, debido a que el rescate no pudo ser inminente, desde el avión se les arrojó, agua, comida, sábanas y una radio, para poder establecer comunicación con ellos.
Según se revela en las imágenes, los migrantes se encontraban en el islote de las Bahamas conocido como Cayo Sal, un lugar «perdido», en medio del estrecho de la Florida.
En total, eran unas 21 personas – balseros cubanos – los que se encontraban en la isla deshabitada. Según dijeron por la radio al avión que los encontró desde el aire, llevaban 8 días sin agua ni comida. E incomunicados. Sin dar señales de vida.
Señala el reporte de CNN que «luego de dos horas de vuelo rutinario sobre el estrecho de la Florida y Bahamas en busca de embarcaciones sospechosas,» fue que se vio «por medio de las cámaras y los equipos de tecnología avanzada de la aeronave que había gente pidiendo ayuda en una de las islas por la que acababa de pasar.»
Según se aprecia, los migrantes tenían escrito en la arena la palabra SOS, que es la señal de auxilio más conocida en el mundo. Desde el pequeño islote agitaban brazos, para hacerse notar.
Desde la aeronave les preguntaron por la radio cuántos eran, si había algún niño o alguna persona enferma. La información recibida fue transmitida a la base de Cayo Largo, para preparar la asistencia.
Según Guardacostas de EE.UU., entre el 27 de enero y el 3 de febrero rescataron a más de 100 inmigrantes, mientras 66 cubanos y 309 haitianos fueron repatriados.
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