La brillante artista cubana Aymée Nuviola recordó el momento en que se emocionó hasta el llanto cuando escuchó la voz de Celia Cruz por primera vez en vivo durante un festival en México y cómo, años más tarde, pudo conocerla en persona.
“Ella cerraba el festival y, cuando salió y gritó ‘¡Azúcar!’, el Auditorio Nacional de México se vino abajo y realmente a mí me dieron ganas de llorar, me emocioné mucho porque vi una persona que transmitía una alegría indescriptible”, dijo Aymée Nuviola en entrevista con El País Uruguay.
La artista, radicada en Miami desde hace casi dos décadas, recordó que la música de Celia Cruz estaba prohibida en Cuba y no fue hasta que viajó a México que pudo escucharla libremente. “Todo el mundo la estaba esperando solamente para oír ese grito y la gente coreaba sus canciones. Me emocioné”.
“A partir de ahí la valoré muchísimo más como artista, como cubana, como mujer del género, empecé a entender muchas cosas de nuestra música, cosas que ella las hacía con una simplicidad y mi generación dentro de la isla no traía eso”, explicó Aymée, quien tuvo la oportunidad de interpretarla para la telenovela colombiana “Celia”, en 2015.
La cantante asegura que gracias a la Reina de la Salsa comprendió que “hay que hacer las cosas para el público, no para una misma”. “Si quieres llegar a ese público y poner a bailar a la gente, pues las cosas hay que hacerlas más simples, sin dejar la calidad a un lado, por supuesto”.
Fue en 1995, cuando ya había consolidado su carrera como cantante de orquestas, que Aymée pudo encontrarse personalmente con la mujer que más admiraba. Aunque sentía algunos temores, causados por la propaganda en Cuba, no lo pensó dos veces cuando el salsero Johnny Ventura le propuso conocerla.
“Fuimos y efectivamente me la presentó y ella fue muy amable conmigo, se sintió como alguien de la familia, me preguntó de qué parte de La Habana era y, sabiendo que yo era cantante, me decía ‘no vayas a tomar, no te duermas tarde, no hables mucho’, me estaba dando todos los consejos para que me cuidara la voz”, contó.
Para Aymée Nuviola, Celia Cruz era una persona muy natural. “Sí, tenía el dolor de lo que le pasó, nunca estuvo de acuerdo con el régimen que hay en Cuba, pero podía ponerse a un lado y darle cariño a las personas, no dividía su público, cantaba para todo el mundo. Creo que eso era lo más bonito que tenía”, sostuvo.
Un gesto de Celia Cruz la marcó para siempre: “Nos reencontramos en el pasillo. Yo viniendo del baño y ella saliendo con Pedro (Knight). Yo le dije ‘¿ya te vas?’, y me dijo ‘sí, fue un placer’. Ahí se me quedó mirando, se sonrió, se quitó los aretes y me los dio”.
“Yo entonces me quité los míos y se los di. Y siempre digo: con diferencia de presupuesto, pero se los di con todo el cariño”, relató entre risas.
Hasta el día de hoy, Aymée vive agradecida con la oportunidad de interpretarla, ya que la telenovela también aterrizó en Cuba, aunque informalmente.
“Lo que más me impresionó y no me lo esperaba, era que se viera en Cuba, la gente lo compraba con una cosa que se llama ‘el paquete’. Y entonces la mayoría del pueblo cubano la vio y a partir de ahí algo cambió. Fue como una redención post mortem para ella, se hizo un poco de justicia en ese sentido”, zanjó.
