La curadora y activista Claudia Genlui Hidalgo alertó en la cuenta de Facebook del Movimiento San Isidro (MSI) que Luis Manuel Otero Alcántara “llamó para comunicar de manera breve pero firme, que está al límite. Que desde hoy rechaza todos los ʽderechosʼ que tiene un preso porque él no debería serlo”, y que desde este 18 de enero, “se niega por su propia voluntad a recibir visitas, alimentos, a las llamadas. Se acabó”.
“Quiero que quede claro que la vida de Luis Manuel está al límite”, reza el texto de quien es pareja de Otero Alcántara. “QUE NO HABRÁ UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA SALVARLO, él mismo ha dicho BASTA, asevera. “Fue lo que sentí en sus breves palabras, pero sobre todo en el tono de su voz y hasta en el silencio denso que lo circundaba. ʽDile que los amo a todosʼ, me dijo”, describe Genlui Hidalgo.
Así parece comenzar una nueva huelga de hambre del artista, cuya primera, realizada a finales del 2020 junto a otros creadores y activistas —renunciando a la de sed, luego de que se deteriorara su salud, y poco tiempo antes de que los efectivos de la policía lo arrestaran— detonó la sentada de los artistas cubanos frente al Ministerio de Cultura el 27N.
Luego, en abril de 2021 inició una segunda durante cinco días, cuando fuera nuevamente arrestado, y el 27 de septiembre pasado declaró otra que abandonó alrededor del 13 de octubre, según declarara la propia Genlui en Facebook.
Hace poco más de una semana que La Fiscalía General de la República (FGR) declaró “sin lugar” la solicitud de cambio de medida cautelar que presentó el abogado a nombre del artista y activista opositor cubano, quien hace ya seis meses se halla detenido en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay sin juicio programado.
Según la declaración del MSI, aún tenían la esperanza de que esta última gestión fuese aceptada por los tribunales, hasta que fuera declarado el 10 de enero “peligro social”, para justificar su detención provisional sin límites previstos todavía.
Luis, tal como él dice ʽno le ha robado el pan a ningún niño cubanoʼ, todo lo contrario. Con la negación de esta petición, el régimen demuestra que una vez más que su única intención es humillarlo, tratarlo como un criminal cuando no lo es.
Por tanto, sus compañeros del movimiento consideran que para Luis Manuel “estar preso no es una opción digna” y “su libertad está siendo manipulada por la Seguridad del Estado y que lo están guardando como moneda de cambio”.
