Fuertes lluvias, y un deficiente drenaje pluvial, provocaron que la ciudad de Cárdenas, en Matanzas, se convirtiera por momentos en una especie de Venecia cubana. Eso sí: sin góndolas, sin tiendas para turistas, sin nada en las tiendas. Una Venecia tercermundista.
Fueron más de cuatro horas de lluvias ininterrumpidas. Cuando el agua comenzó a correr por las calles, aceras y contenes, y se tropezó con decenas de jabas de nylons, piedras, escombros y palos, atorados en las alcantarillas, ahí mismo comenzó el agua a subir y a meterse dentro de las casas, muy a pesar de los esfuerzos de quienes residen en ellas que pusieron sacos de arena delante y hasta se fajaron, trapeador en mano, echando el agua hacia afuera.
Lo más perjudicados fueron los residentes en las zonas bajas de la ciudad; quienes no tuvieron más remedio que subir los bienes encima de la meseta de la cocina, y hasta encima del escaparate.
Así hizo Mayda. Puso encima del escaparate su colchón Queen, encima del colchón el pantalla plana, y encima de la meseta de la cocina encaramó el sofá. y los cojines de los dos butacones.
«Hemos tenido suerte, dijo Mayda vía telefónica. Es mucha la basura que anda regada por la calle; eso es lo que tupe los tragantes,» explicó.
Alega el meteorólogo Henry Delgado Manzor, desde la Atenas de Cuba, que el pluviómetro marcó 90 milímetros en tan solo una hora.
Pasada la lluvia y el susto, la gente procedió a sacar el agua cubo en mano; mientras que en los lugares donde Cárdenas se convirtió en Venecia, tuvieron que acudir los bomberos, para con las bombas y las mangueras sacar el agua de lugares donde, cubo a cubo era imposible hacerlo.
Según varios residentes de Cárdenas comentaron en las redes sociales, las lluvias duraron más de 4 horas.
Lluvias similares a la caída en Cárdenas se reportaron en La Habana en fechas similares a esta, pero en el año 2020.
Por ese entonces, en octubre, circularon imágenes de un ómnibus que prácticamente se convirtió en un submarino. Las imágenes se hicieron virales en Twitter.
Aunque sin dudas, lo peor sucedió un mes antes, también en La Habana. Un aguacero torrencial que duró apenas unos 30 minutos, inundó calles y casas en el municipio de Centro Habana. Muchos de sus residentes se preguntaron cómo era posible que una lluvia de apenas unos minutos pudo ocasionar tales inundaciones y la respuesta, por más que nos duela es esa: el sistema de drenaje en la capital está colapsado; que debe ser más o menos similar, a lo acontecido ayer en Cárdenas.
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