Un balsero cubano ofrece declaraciones sobre el maltrato recibido y visto en Las Bahamas.
Las costas y cayos de Las Bahamas es uno de los lugares donde los balseros cubanos suelen hacen paradas para refugiarse del mal tiempo o cuando precisan reparar algún desperfecto en la embarcación.
Alli recalaron, hace cerca de un año, el grupo de cubanos que luego al sentirse abandonados retomaron el rumbo trazado en una embarcación aparentemente sin condiciones y que a la postre llevó a decenas de ellos a la muerte.
Los cayos de Las Bahamas son un lugar inhóspito, donde a menudo la Guardia Costera de los EE.UU, encuentra a cubanos y haitianos varados. En el año 2021 se hizo viral el hallazgo de tres cubanos que según sus declaraciones posteriores, estuvieron un mes allí, alimentándose a base de cocos.
Más recientemente, un crucero de Royal Caribbean tuvo que desviar su ruta debido al mal tiempo. En la nueva ruta encontraron de casualidad a un bote con 17 migrantes a bordo que aseguraron haber estado 16 días en el mar, prácticamente a la deriva, luego de que el motor de la embarcación se averiara. Los migrantes fueron subidos a bordo y llevado a Las Bahamas.
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Otros tantos, encontrados en aguas de esos cayos e islotes, son entregados a las autoridades de Bahamas.
Pero, ¿qué sucede allí?
Durante años, los balseros cubanos se han quejado del maltrato por parte de las autoridades de Bahamas una vez que son capturados por estas, o entregados a estas por parte de la Guardia Costera de los EE.UU.
En Miami, capital del exilio cubano, se han llevado a cabo protestas en este sentido, pero el gobierno de la isla – que se sepa – nunca ha elevado una nota de protesta formal ante las autoridades de ese país.
Ahora, las declaraciones de un cubano balsero que estuvo en Las Bahamas reabren una vieja herida que no se cerró nunca, y es absolutamente indispensable que allí, en la mesa donde el gobierno de Cuba y de los EE.UU. se sienten para abordar el éxodo migratorio y sus consecuencias, así como estrategias y planes para la devolución de los cubanos, se le exija a las autoridades de Bahamas respeto por la vida de los cubanos.
Vejámenes, golpizas, abusos psicológicos, negación de atención médica, negación de una llamada por teléfono, robo de dinero y maltratos, son parte del cóctel de bienvenida que le dan las autoridades de Bahamas a los migrantes cubanos y haitianos que por una vía u otra terminan recluidos en sus Centros de Detención.
Los hechos me remontan a un caso apenas conocido; el de un cubano que, en el año 2019, se lastimó a sí mismo no porque creyó que lo devolverían a Cuba, sino porque en algún momento de la conversación entre los oficiales de la Guardia Costera, creyó haber oído que los llevarían a Las Bahamas.
