La revista internacional Travel and Tour World, especializada en la industria turística, asegura que Cuba está viviendo un repunte significativo en la llegada de visitantes extranjeros durante 2025. Según su publicación más reciente, la isla ha comenzado a cosechar resultados positivos gracias a las mejoras realizadas en la infraestructura hotelera y al notable crecimiento del mercado canadiense, históricamente uno de los más fieles, aunque las cifras de la ONEI, en la isla, dicen otra cosa.
El artículo destaca que los hoteles y resorts cubanos han sido sometidos a un proceso de modernización que, en muchos casos, incluye renovación de habitaciones, actualización de servicios y un mayor esfuerzo por personalizar la experiencia de los clientes. Estas mejoras habrían permitido elevar la satisfacción de los viajeros y recuperar la confianza en el destino caribeño, después de varios años de caída y dificultades provocadas por la pandemia y la crisis interna.
Uno de los puntos que subraya la publicación es el papel decisivo del turismo canadiense. Los visitantes de ese país han regresado en números significativos, atraídos por las playas, el clima cálido y las ofertas de paquetes todo incluido que resultan relativamente asequibles frente a otros destinos del Caribe. También se mencionan factores prácticos como la existencia de vuelos directos desde varias ciudades canadienses y la ventaja del tipo de cambio. Todo ello, según la revista, contribuye a que Cuba se proyecte como una alternativa sólida para la temporada de invierno boreal, cuando muchos buscan escapar de las bajas temperaturas en Norteamérica.
Los datos que maneja Travel and Tour World refuerzan esa visión optimista: el reporte más reciente habla de 50.083 visitantes internacionales en el último mes medido, lo que representaría un aumento superior al 112% respecto al mismo período de 2024. En conjunto, los primeros siete meses del año habrían acumulado 478.388 llegadas, una cifra todavía inferior a los 622.204 turistas del año anterior, pero que se interpreta como un repunte significativo de cara al cierre del año.
Sin embargo, esa narrativa choca de frente con la que ofrecen medios independientes cubanos como Cubanet Noticias. El diario digital 14ymedio, por ejemplo, ha publicado varios reportes en los últimos meses que describen un escenario muy diferente. Según sus cálculos, el turismo en Cuba acumula una caída de más del 20% en lo que va de 2025, con menos de un millón de visitantes en el primer semestre, muy lejos de los 1,3 millones que llegaron en el mismo período de 2024. Ambas publicaciones usan datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
El propio ministro de Turismo reconoció, en declaraciones recogidas por ese medio, que la pandemia ya no es la principal explicación del desplome. Los factores más determinantes serían el desabastecimiento de productos básicos, los apagones prolongados, la crisis energética y el deterioro de la infraestructura de servicios. Varios mercados emisores tradicionales, desde Europa hasta Rusia, habrían reducido notablemente sus cifras de visitantes, golpeando aún más a un sector que es clave para la economía cubana.
Así, mientras las publicaciones de corte especializado subrayan la fidelidad del mercado canadiense y la inversión en renovaciones hoteleras, los reportes independientes apuntan a que las condiciones internas del país siguen minando la experiencia de los viajeros y, por tanto, restando atractivo al destino.
El contraste entre ambas miradas deja en evidencia la disputa de narrativas en torno a la industria turística cubana. De un lado, el discurso promocional que resalta avances y potencialidades; del otro, la constatación de cifras negativas y problemas estructurales que no se resuelven con mejoras puntuales en hoteles. El desenlace de 2025 permitirá ver si la apuesta por la modernización logra revertir la tendencia a la baja o si, como advierten las fuentes críticas, la crisis interna seguirá pesando más que cualquier inversión en el sector.
