En menos de 48 horas, dos mujeres cubanas han sido reportadas como asesinadas de manera violenta en hechos distintos, pero igualmente estremecedores. Uno ocurrió en Holguín y el otro en Pinar del Río.
Ambos hechos fueron denunciados en redes sociales por el influencer cubano conocido como Nio reportando un crimen, y aunque la prensa oficial no se ha hecho eco de los sucesos, decenas de familiares y amigos han confirmado las muertes en Facebook, entre condolencias y llamados desesperados a la justicia.
El primer caso ocurrió en el reparto Alex Urquiola, en la ciudad de Holguín, donde Milagros Batista Estévez, una mujer de 56 años, fue asesinada de manera brutal por su expareja.
Según las publicaciones, el agresor —con antecedentes por hechos de sangre— le propinó 14 puñaladas durante la madrugada.
El crimen ha sido señalado como un feminicidio por quienes conocían a la víctima, y ha generado indignación en redes sociales. “Cada persona que cometa un hecho de sangre debe quedarse para siempre en la cárcel”, escribió una usuaria. “No hay justicia”, agregó otra, reflejando la frustración ante un sistema que, en palabras de varios, permite que agresores reincidentes circulen libremente.
El segundo hecho ocurrió en Puerta de Golpe, un poblado de Consolación del Sur, Pinar del Río. La víctima fue Mailenis Blanco Amor, de 47 años, madre y esposa, quien fue asesinada a plena luz del día, el lunes 4 de agosto.
Según los reportes, tres hombres disfrazados de policías irrumpieron en su vivienda y acabaron con su vida en lo que se presume fue un intento de robo. Las autoridades habrían arrestado a tres sospechosos, pero la información oficial es, hasta el momento, inexistente.
La comunidad entera ha expresado su dolor. “El pueblo llora la pérdida y acompaña a los familiares en su dolor.
El crimen no quedará impune”, escribió una vecina. Otros, más directos, exigen “pena capital” y denuncian el estado de inseguridad creciente que vive el país.
Ambos crímenes han expuesto nuevamente la falta de mecanismos efectivos para proteger a las mujeres en Cuba.
Si bien en el discurso institucional se habla de igualdad y protección, los hechos muestran una realidad donde la violencia de género, el machismo impune y la criminalidad en ascenso están dejando un saldo cada vez más alarmante de vidas perdidas. Solo este año, organizaciones independientes han contabilizado más de 22 feminicidios, sin contar estos, cifra que, sin respaldo oficial, podría quedarse corta.
Los nombres de Milagros y Mailenis se suman a una lista dolorosa de víctimas que, como muchas otras, no tuvieron la posibilidad de pedir ayuda o no fueron escuchadas a tiempo. Mientras tanto, en las redes sociales, familiares, amigas y vecinos repiten un clamor que se está volviendo habitual: justicia. Pero también repiten una pregunta que, al parecer, nadie en el poder se atreve a responder: ¿hasta cuándo?
