La impresionante mansión que alguna vez fue el nido de amor de William Levy y Elizabeth Gutiérrez se encuentra a la venta. Y no se trata de una simple propiedad, sino de una joya inmobiliaria en Southwest Ranches, Florida, que bien podría marcar el punto final de una de las relaciones más comentadas del mundo del espectáculo latino.
La pareja —él, galán cubano de telenovelas; ella, actriz y presentadora de ascendencia mexicana— compró el terreno en 2017 por unos 700 mil dólares. Desde cero, construyeron una verdadera obra de arte moderna que hoy está valorada en casi 9 millones.
Con más de 9,000 pies cuadrados, la residencia combina el lujo de un resort con el diseño contemporáneo más exclusivo: 6 habitaciones amplísimas, 7 baños de revista, cine en casa, gimnasio privado y espacios abiertos con techos altos y acabados de diseñador
Y si lo de adentro impresiona, lo de afuera deja sin aliento: piscina de ensueño, canchas de baloncesto y tenis, jaula de bateo y espacio de sobra para celebrar, relajarse o simplemente vivir como una celebridad. Todo rodeado de la privacidad que exige una vida bajo los reflectores.
Según Chisme No Like, el costo inicial de construcción fue de unos 6 millones de dólares, pero las remodelaciones que impulsó Elizabeth le dieron el toque final y aumentaron su valor.
Fuentes citadas por El Gordo y La Flaca aseguran que William no quería vender, pues veía la casa como parte del legado para sus hijos. Pero Elizabeth no pensaba igual. Tras varias conversaciones —y seguramente algunas tensas— llegaron al acuerdo de venderla y dividir el dinero en partes iguales.
Recordemos que esta es la misma casa donde, según trascendió, ocurrió uno de los altercados entre Gutiérrez y Levy en presencia de su hija menor, Kailey, situación que incluso involucró a la policía.
Con la mansión en venta y los caminos de ambos cada vez más separados desde inicios de 2024, todo parece indicar que este capítulo, lleno de amor, fama y polémica, está llegando a su fin. ¿Será este el cierre definitivo de la historia Levy-Gutiérrez? El tiempo lo dirá… pero las señales ya están más que claras.
