El 2 de mayo de 2025 amaneció con una novedad poco alentadora para los consumidores en Estados Unidos: expiró oficialmente la exención “de minimis”, una disposición que permitía importar productos valorados en menos de $800 sin pagar aranceles. Con su eliminación, ahora toda importación de bajo valor —incluidos accesorios de Apple y productos de empresas como Temu o Shein— enfrenta tarifas que van del 30% hasta $50 por paquete, dependiendo del método de envío.
Para Apple, esto representa un golpe de casi $900 millones en costos adicionales durante el tercer trimestre fiscal, según reconoció el propio CEO Tim Cook en una reciente llamada con inversionistas. Aunque la compañía aseguró que no prevé subir precios en lo inmediato, tampoco garantiza que los mantendrá igual en el futuro si continúan los ajustes en la política comercial.
La situación es aún más compleja si se considera que la administración Trump también ha impuesto aranceles del 145% a una amplia gama de productos provenientes de China. Esto incluye componentes esenciales para servicios como AppleCare y los accesorios, que ya se ven afectados directamente.
En respuesta, Apple ha acelerado el traslado de su cadena de suministro. En la actualidad, más de la mitad de los iPhones vendidos en EE.UU. provienen de India, mientras que muchos de sus otros productos —como iPads, Macs y AirPods— ahora se fabrican en Vietnam. Aun así, el grueso de la producción global sigue estando en China, país que también ha respondido con aranceles de hasta el 125% sobre productos estadounidenses.
Cook ha dicho que Apple se mantendrá “muy comprometida con el diálogo” en torno a las tarifas, pero también fue claro: “No quiero predecir el futuro, porque no estoy seguro de qué pasará”.
Así que si estabas pensando cambiar de iPhone o renovar tu MacBook, quizás este sea el momento, antes de que estas “malas noticias” se traduzcan en precios más altos para el consumidor estadounidense.
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